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Primer hogar para ancianos homosexuales en Europa

Pablo Kummetz21 de enero de 2008

Un espacio donde vivir el presente abiertamente y hablar sin tabúes sobre el pasado: en Berlín se inauguró el primer hogar para ancianos homosexuales en Europa.

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Un bastón con los colores del arcoiris: los homosexuales quieren hogares propios para ancianos.Imagen: AP/DW/Fotomontage

“Queremos ofrecerle a los homosexuales un espacio en el que pueden ser como eran antes. Los residentes deben poder darse a conocer como tales, si lo quieren”, dice Kerstin Wecker, directora del hogar Haus Asta Nielsen, en Berlín.

Desde el 18 de enero, uno de sus pisos está destinado particularmente a homosexuales ancianos o enfermos crónicos que necesitan cuidados, aunque no sólo: también heterosexuales que así lo deseen, pueden mudarse a uno de los cuartos. El piso abarca 18 habitaciones sencillas y cinco dobles.

En el hogar, homosexuales tendrán la posibilidad de repasar su vida sin temer chocar con incomprensión o ser marginados, lo cual no es ningún sobreentendido en hogares para ancianos tradicionales o de confesiones religiosas, por ejemplo la católica.

Ilegal en Alemania hasta 1969

“En hogares tradicionales, los homosexuales deben a menudo callar acerca de una parte de su biografía o incluso inventarse una historia de su vida”, agrega Wecker, ella misma lesbiana.

El personal del nuevo hogar asistirá dos veces por mes a cursos de capacitación, en los que serán sensibilizados para el trato con los residentes homosexuales. En los cursos se tematizan importantes datos y hechos acerca de la homosexualidad en Alemania.

Hasta 1969, por ejemplo, la homosexualidad era ilegal y estaba castigada, de acuerdo con el artículo 175 del Código Penal: un hecho de gran relevancia para la generación de los futuros residentes en el hogar, que durante muchos años no pudieron vivir libremente su identidad sexual.

El hogar para ancianos homosexuales fue creado en cooperación con la Asociación Village, un proyecto de interés público cuyo objetivo es “mejorar la situación de vida de ancianos homosexuales y fomentar la sensibilización tanto de la población como de los propios afectados en relación con el tema”.

No tienen hijos que los cuiden

La idea central de la asociación es que muchos ancianos homosexuales tienen un pasado personal muy diferente al de gran parte de la población heterosexual. Los ancianos homosexuales no tienen por lo general hijos y por lo tanto carecen también del apoyo de una joven generación.

Imaginarse que en algún momento deberán ingresar en un hogar para convalecientes o ancianos en un entorno marcado por una heterosexualidad marginadora es para muchos de los afectados un pensamiento difícilmente soportable.

El problema no es menor. Se calcula que el cinco por ciento de los berlineses tienen una pareja homosexual. De los 27.000 sitios de cuidados en hogares para ancianos, 1.350 están por lo tanto ocupados por homosexuales en un entorno heterosexual, a menudo homófobo.

El nuevo hogar, con sus 28 cuartos, no puede cerrar la brecha entre las necesidades de sitios especiales para homosexuales y las posibilidades que ofrece, pero abre una opción liberal al cuidado de ancianos homosexuales, que se espera haga escuela.