Película sobre Hitler nominada para un Oscar

La nominación de “El Hundimiento” fue, hasta cierto punto, una sorpresa. Sobre todo porque su temática no ha estado exenta de polémica. El esfuerzo del director alemán Oliver Hirschbiegel de entregar una visión desapasionada de los últimos días que pasó el dictador nazi en su búnker de Berlín llama la atención, porque asigna el papel protagónico a los victimarios y no a las víctimas. Ello no implica, en modo alguno, un intento de minimizar sus crímenes. Pero ver llorar en la pantalla a un derrotado Hitler, encarnado con maestría por Bruno Ganz, es sin duda algo inusual.

Éxito de taquilla

Más de 4,5 millones de personas han visto ya la película en Alemania, donde se estrenó a mediados de septiembre. Su mayor mérito ha sido volver a incentivar el debate sobre ese negro capítulo de la historia y confrontar también a las generaciones jóvenes con el fenómeno de Hitler y su delirio, plasmado en los momentos del derrumbe de su régimen. La cinta también se ha exhibido ya en otros países, entre ellos Polonia, Holanda y Francia, y llegará a los cines estadounidenses previsiblemente el 18 de febrero, 9 días antes de la entrega de los premios Oscar en Los Ángeles.

14 cintas germanas han tenido hasta la fecha el honor de ser nominadas, pero sólo dos han logrado el máximo galardón cinematográfico: “El Tambor de Hojalata”, de Volker Schlöndorf, en 1979, y “En un Lugar de África”, de Caroline Link, en el año 2002.

El camello que lloraba

Junto a “El Hundimiento”, también otra cinta alemana participa este año en la carrera por un Oscar, en la categoría de cine documental: “La Historia del Camello que Lloraba”, producida en la Escuela Superior de Cine y Televisión (HFF) de Múnich. Se trata del trabajo final de dos de sus alumnos, Byambasuren Davaa, de Mongolia, y Luigi Farloni, de Italia.

La película cuenta la historia de un camello blanco que nace en Mongolia y es rechazado por su madre. Un pastor nómada recuerda un viejo relato, según el cual un músico puede enternecer con su violín el corazón de la madre e inducirla a alimentar a su pequeño. Se trata de una cinta llena de poesía, que va más allá del caso concreto, convirtiéndose en metáfora de la búsqueda de afecto y abrigo. A los reconocimientos ya obtenidos en Alemania y en el extranjero bien podría sumarse ahora un Oscar.