1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Patricia se degrada, pero Peña Nieto pide no bajar guardia

24 de octubre de 2015

Hasta el momento se han registrado cortes de caminos, caídas de árboles e interrupciones del servicio eléctrico. El fenómeno es ahora una tormenta.

https://p.dw.com/p/1GtXb
Imagen: picture alliance / ZUMA Press

El llamado “superhuracán” Patricia, considerado el más poderoso registrado en toda la historia en Occidente, se degradó de categoría 5 a 4 y posteriormente a 2 durante la madrugada de este sábado (24.10.2015) y ha provocado trastornos en la costa oeste de México, aunque por el momento no se reportan víctimas fatales ni daños de consideración. En principio se temía que Patricia podría tener efectos catastróficos en los lugares por donde pasara.

Pese a esta aparente situación de tranquilidad en medio de la tormenta, el presidente Enrique Peña Nieto hizo un llamado a la ciudadanía a no escatimar en precauciones. “Aún no podemos bajar la guardia. Insisto, la parte más peligrosa del huracán aún está por entrar el territorio nacional”, dijo el jefe de Estado mediante un mensaje en video. El mandatario siguió el desarrollo de la situación desde el centro de mando de la Comisión Nacional de Seguridad.

“Con la información disponible hasta el momento y tomando en cuenta que el fenómeno sigue su curso, los primeros reportes confirman que los daños han sido menores a los correspondientes a un huracán de esta magnitud”, dijo Peña Nieto por la noche. Pero insistió en que la población continuara en los refugios y mostró su satisfacción porque “hasta ahora han funcionado los sistemas de alerta y de protección civil”.

Sigue siendo peligroso

Además de caída de árboles, corte de algunos caminos por desprendimientos menores de tierra, suspensión del suministro eléctrico, vuelo de techumbres, fuertes vientos y oleaje (se reportaron olas de hasta 12 metros), no se reportan daños de gran magnitud. Para este sábado se esperan intensas lluvias en el Pacífico y en estados del centro y noreste del país. Se trata de un huracán de dimensiones nunca antes vistas y por ello ordenó el despliegue de más de 11.000 militares, marinos y policías federales en los estados de Jalisco, Colima y Nayarit para apoyar a la población vulnerable, estimada en 400.000 personas.

El ojo del huracán entró por la Bahía de Tenacatita, en el estado mexicano de Jalisco, con vientos sostenidos de 305 kilómetros por hora y rachas de 380 kilómetros por hora, que corresponden a la categoría 5 de la escala de Saffir-Simpson, la máxima. Después de tocar tierra, perdió algo de fuerza y se convirtió en un huracán de categoría 4, todavía muy fuerte, con vientos de 215 kilómetros por hora y rachas mayores, en su avance por localidades del estado de Jalisco.

“Se prevé que siga como un huracán intenso el resto de esta noche, provocando lluvias intensas a puntuales torrenciales, violentas rachas de viento y oleaje elevado en los estados del Pacífico Central”, informó el servicio meteorológico. “Persistirán durante la mañana del sábado vientos fuertes y destructivos, especialmente en las zonas más altas”, señaló el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

DZC (EFE, dpa)