Opinión: Alemania y su provecho sin brújula

Es de no creerse. Cohetes y drones de hechura iraní destruyen un nervio central de la economía mundial, y en Alemania todos se dan palmadas en el hombro porque fue prolongado una vez más el embargo armamentista a Arabia Saudí. Con ello, ¿no son corresponsables de los ataques a la zona petrolera saudí, ocurridos el pasado sábado, aquellos que incluso rechazan el envío de pertrechos defensivos a Arabia Saudí?

Alemania y su dilema moral

¿Acaso ninguno pretende hacer frente a la agresión contra civiles, ni siquiera con una misión marítima para garantizar la libre navegación, por ejemplo, en el Estrecho de Ormuz? ¿Y acaso ellos mismos no tienen nada en contra de que Alemania se muestre como oportunista, sacando provecho a cambio de nada, mientras otros realizan ese trabajo y con ello evitan una desestabilización amenazante?

Es cierto que para Alemania el asunto implica un dilema moral. Naturalmente, Alemania no debe suministrar a Arabia Saudí armas con las cuales se pueda atacar a otros países o a civiles. Pero, por otra parte, también países como Arabia Saudí tienen derecho de defenderse de agresiones externas. Por ello es que los saudíes desde hace mucho ya no esperan a poder adquirir de Alemania sus suministros de armas.

No se sabe si Arabia Saudí obtendrá de Alemania los navíos que le son necesarios para vigilar sus costas, y por los cuales ya pagó. En el pasado, las cosas eran diferentes. Arabia Saudí podía, por ejemplo, comprar tanques de rastreo  defensivo tipo Fuchs, capaces de detectar agentes atómicos, biológicos y químicos de combate, aunque inadecuados para la ofensiva militar. Hoy, esto no sería posible.

Una lección para Arabia Saudí

Para Arabia Saudí, el ataque a la planta de procesamiento petrolero Bakiat y al campo petrolero Churais será, esperemos, una lección. No basta con comprar por puro prestigio las más caras y modernas armas estadounidenses, francesas y británicas y, con ello, apuntalar programas de coyuntura para estos países. Con todo lo anterior, los planificadores saudíes nunca pensaron en levantar un eficiente sistema de defensa aérea.

Así como el debate armamentista en Alemania debe volver a orientar su brújula hacia el sentido común, Arabia Saudí, que se ve confrontada por un país agresivo como Irán, y que al mismo tiempo urde una guerra espantosa en Yemen, debería hacer lo propio: dirigirse a una reflexión acerca de lo que realmente necesita.

(elm/eal)

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