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Opinión: Polonia se descarrila

1 de septiembre de 2017

Ni la UE ni Polonia quieren dar su brazo a torcer en la disputa sobre la reforma judicial. Pero Polonia recibe miles de millones de euros de la UE, así que ésta debería tener la última palabra, opina Bern Riegert.

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Jaroslaw Kaczynski
El jefe del partido Ley y Justicia Jaroslav Kaczyinski durante un debate sobre la reforma judicial en el parlamento.Imagen: imago/Eastnews

Polonia se aísla cada vez más de Europa. La Comisión Europea, la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, la ONU y casi todos los expertos jurídicos certifican que el gobierno nacionalista y conservador, con su controversial reforma judicial, se ha descarrilado.

La Comisión de Venecia del Consejo de Europa, que es un organismo de prestigio internacional, hizo un llamado al gobierno de Polonia. Pero fue en vano, ya que Varsovia optó por ignorar su reporte y eligió la estrategia de uno contra todos. ¿Es posible hoy en día hacer política en Europa? No.

La primera ministra Beata Szydlo, el jefe del partido Ley y Justicia, Jaroslav Kaczyinski, y la mayoría del Parlamento se aproximan a un callejón sin salida y le aplican presión la Comisión Europea y demás instituciones a las cuales el pueblo polaco pertenece. El comisario europeo Fran Timmermans, que es responsable por el estado de derecho en la UE, ha invitado a Varsovia a dialogar, pero hasta ahora los ministros han negado cualquier contacto. ¿Es posible hoy en día hacer política en Europa? No.

A la Comisión Europea no le quedan ya muchos instrumentos con los que pueda aplicar presión. Existe por supuesto la bomba atómica política, la suspensión de Polonia. Pero este procedimiento, por medio del artículo 7, es extremadamente difícil de llevar a cabo y es algo que nunca se ha hecho. Mientras tanto, el gobierno polaco se niega a cualquier tipo de cooperación. Este estancamiento, esta inmovilidad, se debe irrumpir. ¿Pero cómo?

Es probable que al final lo más determinante para el gobierno polaco sea el dinero. El grifo de fondos de Bruselas a Varsovia se debe cerrar para forzar el entendimiento. A esto se refería Timmermans cuando explicó que la integración económica solo puede existir si se acatan las normas del estado de derecho del bloque. Polonia ha argumentado que la Comisión Europea no tiene nada que ver con el proceso.

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Bernd Riegert

Pero el gobierno polaco se equivoca, ya que este firmó voluntariamente el artículo 2 del Tratado de Lisboa, el cual hace del estado de derecho una condición obligatoria para ser miembro de la UE. Naturalmente, cada miembro debe renunciar a partes de su soberanía para ingresar a la comunidad. No es posible tener un organismo como éste sin ese paso. Bloquear o ignorar las acciones de la comunidad no ayudan en nada a largo plazo. ¿Es posible hoy en día hacer política en Europa? No.

El conflicto sobre la reforma judicial polaca representa una carga innecesaria para ambas partes, un quita y dame que pone bajo presión a toda la Unión. Ya es hora de resolver la disputa. A Varsovia le toca mover su pieza. Lo que sí queda claro es el aislamiento de Polonia. Angela Merkel se había contenido, a pesar de las acusaciones polacas hacia Alemania y la amenaza al estado de derecho de la UE. Pero la canciller ahora dice que no se debe guardar silencio, que no puede haber Unión Europea sin el cumplimiento de sus leyes.

En pocas palabras, Polonia se encuentra sola. Con la excepción de Hungría, que tiene sus propios problemas con la Comisión Europea y también recibe grandes cantidades de dinero. A ellos también se les puede cerrar el grifo. ¿Es posible hoy en día hacer política en Europa? Sí. No es del todo agradable, pero lo más importante es evitar lo peor a toda costa.

Bernd Riegert (JCG/DZC)