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Opinión: El problema de la democracia inamovible

Jens Thurau
10 de agosto de 2019

Todos piden a gritos más protección del clima. Ahora viene la sugerencia de aumentar el impuesto a la carne. Pero esto también se queda en discusiones.

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Symbolbild - Hähnchenfleisch - Fleischkonsum
Imagen: picture-alliance/U. Baumgarten

Otra discusión de verano: ¿y si aumentamos el impuesto a la carne a 19 por ciento en lugar del 7 por ciento normal que se le aplica a los alimentos? ¿Y si usamos el ingreso extra para proporcionar más bienestar animal y reforestar los enfermos bosques alemanes? Muchos políticos en Alemania han participado en este debate. Pero la mayoría se da cuenta de por qué esto no es posible. Los aumentos de impuestos siempre son malos, dicen los liberales. Esto afecta especialmente a las clases más pobres, sostienen los socialdemócratas. Y así sucesivamente.

¡No pasa nada!

De hecho, tal aumento de impuestos solo haría que la carne fuese un poco más cara. Las personas con ingresos más altos ni siquiera notarían la diferencia. Y, sin embargo, el debate se lleva a cabo con gran seriedad. Al final, algo queda claro: no pasa nada. Una vez más.

Alemania, un país carnívoro

Naturalmente, es impensable que algo así logre grandes cambios: Alemania es un país carnívoro, incluso si hay cada vez más vegetarianos. Hace unos años, Los Verdes tuvieron que experimentarlo amargamente cuando durante la campaña electoral promovieron un día libre de carne en jardines de infantes y comedores públicos. ¡Solo un día! Eso les costó innumerables votos. Los Verdes juraron que nunca volverían a hacerlo.

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Jens Thurau, periodista de DW

Polarización en la política y la sociedad

Este es solo un ejemplo de cómo en esta democracia cada vez más compleja la política logra que la gente esté cada vez más harta de ella. Las mayorías políticas claras se están volviendo más y más difíciles para un sistema de partidos que cambia rápidamente, por lo que quizás el Gobierno federal pronto esté compuesto por cuatro partidos. La polarización de la población asegura que casi ningún partido se desvíe de su punto de vista, porque solo una actitud clara les trae votos.

Siguiente ejemplo: la transición energética

Probablemente no se hará nada con el aumento de impuestos sobre la carne. Quizás ni siquiera una buena idea. Pero sobre todo es característico cómo la política y la sociedad abordan los grandes cambios, muchos de los cuales son urgentemente necesarios.

Todos los políticos elogian la transición energética, el cambio a las energías renovables. Pero dado que se necesita crear la infraestructura para ello, construir nuevas líneas eléctricas para llevar la energía eólica del norte al sur, fuertemente industrializado, el gigantesco proyecto está estancado. Los ciudadanos anhelan el cambio y los políticos locales se les unen. Al mismo tiempo, la resistencia a las torres eólicas está creciendo y actualmente las turbinas eólicas apenas se están instalando en Alemania.

Casi ningún movimiento

Cómo una gran reforma fiscal, o incluso una reforma de pensiones, puede tener éxito en una sociedad que difícilmente puede llegar a un consenso sigue siendo un misterio. Sobre todo, sería absolutamente necesario una nuevo seguro para la tercera edad. Probablemente se necesitaría lo que antes pertenecía a una buena política, pero que se ha perdido, incluso en la población: la voluntad de comprometerse a hacer posible lo imposible. Pero la esperanza es lo último que se pierde.

(rrr/eal)

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