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Nueva ola de atentados deja decenas de muertos en Irak

20 de enero de 2014

La violencia no deja tranquilo al convulsionado país asiático. Alto personero de Gobierno dice que insurgentes podrían tomar Bagdad.

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Imagen: picture alliance/AP Photo

Siete atentados explosivos sacudieron a Bagdad este lunes (20.01.2014), dejando 26 muertos y decenas de heridos y remarcando la sensible situación de seguridad que vive el país debido a diferencias entre grupos sunitas y chiitas. Esto, mientras las fuerzas de seguridad del país intentan desalojar a milicianos vinculados a Al Qaeda que tomaron zonas de las ciudades de Faluya y Ramadi, en la provincia de Ambar, fronteriza con Siria.

El ataque más sangriento de la jornada ocurrió en el barrio chiita de Abu Dsherr, donde la explosión de un coche bomba en un concurrido mercado dejó siete muertos y 18 heridos. Si bien ningún grupo se adjudicó los atentados, suele responsabilizarse a la insurgencia sunita, que tiene relaciones con la red terrorista Al Qaeda y que intenta minar al Gobierno chiita encabezado por el primer ministro Nuri al Maliki.

“Las explosiones afectan a inocentes”, dijo a la agencia AFP Abu Ali, quien es dueño de un pequeño mercado en el barrio de Jadidah, donde explotó una de las bombas. “Mira, todo está destruido. Todo lo que tenía estaba en mi local, y ahora todo ha sido destruido”, se lamentó. El dueño de un restaurante cercano, Abu Mohamed, en tanto, comentaba que “todas las calles están cerradas por paredes de concreto, todavía no sabemos de dónde vinieron esos coches bomba”.

Armamento para tomar Bagdad

Mohamed lamentaba que es “la segunda vez que atacan mi restaurante. En la primera, murió mi hijo. Gracias a Dios, esta vez no perdí a nadie más, pero mi negocio está completamente destruido”. La ola de violencia ha intentado ser combatida por el régimen con mayores medidas de seguridad y enfrentando a los insurgentes, aunque otras voces han hecho llamados a buscar una salida política para una crisis que tiene sumido al país en la incertidumbre.

Otras cuatro personas murieron en Mosul, mientras que en Ramadi un periodista de la cadena local Faluya TV fue tiroteado mientras informaba de los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y los insurgentes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). En otros choques armados, un opositor al Gobierno perdió la vida, mientras que otras dos personas resultaron heridas, de acuerdo a información entregada por la policía.

Mientras, la operación militar lanzada en la región de Ambar, la mayor desde la invasión estadounidense de 2003, sigue su curso, sin mayores progresos. El viceministro de Interior, Adnan al Assadi, advirtió en un discurso este lunes que los milicianos poseen “numerosas y modernas” armas. “Son capaces de ocupar Bagdad. Su objetivo no es controlar solamente Falluja o Garma, sino destruir todo el proceso político”.

DZC (Reuters, AFP, dpa, Europa Press)