1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

México: Cienfuegos exonerado y la corrupción a salvo

Enrique López Magallón
15 de enero de 2021

La justicia exoneró de todo cargo a Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa de México. El fallo deja en lo oscuro los alcances de la corrupción en el ejército y el gobierno.

https://p.dw.com/p/3ny4o
Mexiko Salvador Cienfuegos in Mexico City
Imagen: Getty Images/AFP/R. Schemidt

La detención de Salvador Cienfuegos Zepeda, ocurrida en Los Angeles el 15 de octubre de 2020, prometía abrir la puerta a una nueva era en la historia del combate al narcotráfico en México. Nunca antes se había acusado a un militar mexicano de tan alto rango de coludirse con organizaciones criminales en el tráfico de drogas y en el lavado de dinero.

En 1997, otro general, Jesús Gutiérrez Rebollo, fue a prisión, acusado de brindar protección al cartel del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, al mismo tiempo que era el "zar antidrogas” de México. Pero jamás se había implicado a un secretario de la Defensa, como lo fue Cienfuegos en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Escándalo y silencio

La acusación de la Fiscalía de Nueva York contenía detalles muy concretos sobre la presunta relación de Cienfuegos con el llamado Cartel H-2.  Medios mexicanos e internacionales informaron, por ejemplo, que al general se le conocía como "El padrino”, y que las autoridades estadounidenses le habían "plantado” un teléfono móvil a través del cual se interceptaron conversaciones que eran parte de la evidencia. El mundo parecía enterarse por fin de cuán alto llegaba la corrupción en el ejército mexicano.

De modo insólito, Estados Unidos aceptó retirar los cargos contra el general
De modo insólito, Estados Unidos aceptó retirar los cargos contra el generalImagen: Jane Rosenberg/REUTERS

En noviembre, todo cambió. De manera insólita, las autoridades estadounidenses aceptaron la solicitud hecha por el gobierno de México para extraditar a Cienfuegos e investigarlo en territorio mexicano conforme a las leyes de ese país. El acuerdo fue anunciado por los fiscales de ambos países, William Barr y Alejandro Gertz, aunque hay indicios de que la negociación se produjo a nivel diplomático.

Como suele suceder en México, la ruta hacia la justicia parecía seguir un guión escrito de antemano. En una conferencia de prensa al respecto, Marcelo Ebrard, jefe de la diplomacia mexicana, informó que Cienfuegos llegaría a México sin que pesara cargo alguno sobre él.

El fallo de la Fiscalía General de la República, exonerando totalmente al exsecretario de la Defensa, confirmó semanas después lo dicho por Ebrard. Para la justicia mexicana, jamás hubo contacto entre Cienfuegos y grupos criminales, y el Blackberry con la evidencia simplemente no existió.

¿Ejército intocable?

En el inédito episodio coinciden dos factores característicos del actual gobierno mexicano. El primero es un receloso concepto de la soberanía nacional. El comunicado de la fiscalía mexicana sobre la exoneración de Cienfuegos reprocha en su primer párrafo que la investigación sobre el general la haya hecho la DEA desde 2013 "sin el conocimiento y sin la colaboración” del gobierno mexicano.

A la detención de Cienfuegos siguió una reacción elocuente del gobierno mexicano, promoviendo una ley que limita la acción de la DEA y otras agencias estadounidenses en territorio mexicano, dejándoles en condiciones que de hecho obstaculizan el combate al crimen.

Marcelo Ebrard anunció el acuerdo entre las dos fiscalías
Marcelo Ebrard anunció el acuerdo entre las dos fiscalíasImagen: El Universal/ZUMAPRESS/picture alliance

Pero esta reclamación de soberanía es ante todo un alegato político. El segundo factor, y más importante, es el privilegiado lugar que ha concedido el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al ejército mexicano, que lo mismo tiene en sus manos la estrategia de seguridad nacional que la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

Con tal de no alterar dicho vínculo, López Obrador aceptó tensar la relación entre México y Estados Unidos y aplicar una justicia a la medida, para lavar el nombre de Cienfuegos y, sobre todo, el del ejército mexicano.

¿Transformación o gatopardismo?

Para la sociedad mexicana, que sufre la violencia sin freno en el país, el episodio es parte de una serie de inconsistencias graves en la lucha contra el crimen organizado. El saludo de mano del presidente a familiares del "Chapo” Guzmán, la retirada del ejército ante la toma de Culiacán por milicias de narcotraficantes, en octubre de 2019, la flagrante liberación de Ovidio Guzmán, hijo del mismo "Chapo”, y ahora, la exoneración de Salvador Cienfuegos, contradicen las principales promesas de López Obrador: brindar seguridad, vencer a "la mafia del poder” y acabar con la corrupción.

En cambio, Salvador Cienfuegos goza ya de entera libertad, libre de todo cargo. En un gobierno de supuesta transformación, de nuevo queda en lo oscuro hasta dónde llega la corrupción en el ejército y el gobierno en  México. La puerta se cerró de golpe. Y el mundo sigue sin saber todo lo que hay detrás.