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Modelo colombiano, ¿válido contra la insurgencia afgana?

22 de enero de 2011

Estados Unidos aprendió numerosas lecciones apoyando al ejército colombiano en la lucha contra la guerrilla. Lecciones que podrían aplicarse a la preparación del ejército afgano para combatir a los talibanes.

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El éxito del ejército colombiano en la lucha contra las FARC podría ser de ayuda en AfganistánImagen: Picture alliance/dpa

Cuando Barack Obama anunció, en diciembre de 2009, su estrategia de retirada de Afganistán, se esperaba que el ejército afgano estuviera preparado para asumir su responsabilidad antes del retorno a casa de los primeros soldados estadounidenses, en julio de 2011. La realidad sobre el terreno, sin embargo, sugiere que las previsiones fueron demasiado optimistas. Pese a los miles de millones de dólares invertidos en su entrenamiento durante casi una década, el ejército afgano parece falto de una dirección competente a todos los niveles.

El número de batallones listos para el combate se sitúa todavía muy por debajo del nivel pretendido, mientras que un asombroso 19% de los soldados afganos abandonan el ejército u optan por desertar cada año. Las fuerzas de la OTAN siguen comandando los combates contra los talibanes simplemente porque el ejército afgano es incapaz de hacerlo.

Colombia, ¿ejemplo para Afganistán?

Ahora, algunos expertos militares han sugerido al Pentágono que eche la vista atrás y analice las claves del éxito de las fuerzas estadounidenses en su apoyo a la lucha del gobierno colombiano contra la insurgencia para diseñar una nueva aproximación al conflicto en Afganistán.

Taliban in Afghanistan
Los rebeldes se han beneficiado de las condiciones geográficas, tanto en Afganistán como en Colombia.Imagen: dpa

Robert Haddick, editor jefe del "Small Wars Journal" y antiguo oficial del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, escribe en la revista "The American" que hay diferencias obvias entre los retos a afrontar en ambos países -Colombia y Afganistán-. Sin embargo, hay también numerosas similitudes que sugieren que los métodos utilizados en la lucha contra las las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) podrían usarse también contra los talibanes.

En ambos países, los insurgentes se han beneficiado de las condiciones geográficas. En Colombia, con las FARC operando en la jungla y, en Afganistán, con los talibanes usando cuevas y guaridas en las montañas. Colombia destinó la ayuda militar y financiera estadounidense a crear una gran unidad de helicópteros con los que dotó a sus fuerzas armadas de mucha mayor movilidad para perseguir a los rebeldes.

Calidad por encima de cantidad

Guttenberg besucht die Bundeswehrsoldaten des ISAF Einsatzkondingents in Afghanistan
Unidades de helicópteros para mejorar la movilidad de las tropas.Imagen: AP

En lugar de destinar los fondos estadounidenses a aumentar el tamaño de las fuerzas armadas afganas, los analistas creen que debería ponerse el énfasis en incrementar la movilidad del actual contingente y mejorar la conexión entre las tropas terrestres y aéreas. "Además, hay que recurrir más a las operaciones guiadas por los servicios de inteligencia y mejorar la interoperabilidad entre oficiales de policía altamente militarizados en tierra y fuerzas especiales desplegándose ya sea por tierra o con helicópteros", afirma Robert Munks, analista de la publicación "Jane's Defence", en declaraciones a Deutsche Welle.

Aquellos que defienden que un ejército afgano con más efectivos tendría más opciones de éxito frente a los talibanes son contradecidos por quienes apoyan el modelo colombiano de calidad por encima de la cantidad. En lugar de aumentar las cifras -como pretende hacer Afganistán, pasando de 97.000 a 240.000 efectivos en 2015-, el ejército colombiano empleó a 800 instructores estadounidenses para formar unidades especiales y promover el liderazgo de calidad.

Con un ejército más eficiente hecho a medida del reto a afrontar, junto a una política de facilitar alicientes a los rebeldes menos comprometidos para que abandonaran las FARC, Colombia derrotó en lo esencial a un grupo rebelde mayor en número que la insurgencia talibán y pacificó un país dos veces más grande que Afganistán.

Pero no todo son similitudes

Afghanistan / Bundeswehr / Soldaten / ISAF
¿Retos similares en Colombia y Afganistán? Algunos analistas difieren.Imagen: AP

Mientras aspectos de la estrategia colombiana podrían ayudar al ejército afgano a combatir a los talibanes, Robert Munks advierte que los problemas surgidos de las diferencias entre ambos conflictos podrían superar a los beneficios derivados de las similitudes. "Yo sería prudente a la hora de sugerir que la experiencia de Colombia puede ser trasladada y replicada en Afganistán", afirma Munks, que añade: "las fuerzas armadas colombianas ya estaban marcadamente más adelantadas que sus homólogos afganos incluso antes de recibir asistencia estadounidense. Además, las instituciones gubernamentales colombianas son significativamente más fuertes y menos corruptas que las afganas".

Por su parte, Nathan Freier, miembro del Programa de Seguridad Internacional en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Washington cree que los retos en Afganistán difieren demasiado de los retos en Colombia para que el modelo colombiano pueda funcionar en el país asiático. "La guerra aliada en Afganistán incluye al mismo tiempo la resurrección progresiva de un Estado desmoronado y la construcción, de arriba abajo, de un aparato de seguridad capaz de defender el nuevo orden político", concluye Freier.

Autor: Nick Amies/Emili Vinagre
Editor: Pablo Kummetz