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Miles de barcos yacen bien conservados en aguas del Báltico

Kevin Tschierse
8 de agosto de 2022

Una nave del siglo XVII fue recientemente descubierta en Lübeck, una primicia en la ciudad hanseática. Pero hay decenas de miles de naves bien conservadas en el fondo del Mar Báltico. ¿Por qué se mantienen tan bien allí?

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"Fleute", una nave comercial del siglo VII encontrada en Lübeck
"Fleute", una nave comercial del siglo VII encontrada en LübeckImagen: Deutsches Historisches Museum

El 2021, durante una prospección rutinaria, se descubrió unbarco hundido de la época hanseática, de casi 400 años de antigüedad, con más de 150 barriles a bordo, a once metros de profundidad, en el río Trave de Lübeck. Para la ciudad hanseática de Lübeck, es un hallazgo sensacional y un importante testimonio de su propia historia.

Pero los descubrimientos de naves en el Mar Báltico no son raros, dice el arqueólogo subacuático Florian Huber.

"Se estima que hay entre 10.000 y hasta 100.000 naufragios" que yacen en el fondo del Mar Báltico. Lo que hace que el hallazgo cerca de Lübeck sea singular es la ubicación en el Mar Báltico occidental y que el barco procede de finales del siglo XVII, en el declive del comercio marítimo de la ciudad hanseática. "No conocemos muchos barcos de esa época", explica Huber.

"El Mar Báltico es un enorme museo helado"

Un hallazgo de este tipo es "especialmente emocionante, porque se puede aprender cómo se construían los barcos en aquella época, qué tecnología había detrás de ellos", agrega Huber, que lleva explorando los océanos del mundo desde 1992. Los cerca de 150 barriles descubiertos en el barco de Lübeck son también un importante testimonio del pasado. "Aprendemos algo sobre la carga que se comercializaba entonces".

Pero, ¿por qué las naves y otros tesoros hundidos desde hace tiempo se mantienen tan bien en el Mar Báltico? Hay varias razones. Amplias zonas del mar interior del norte de Europa tienen poco oxígeno, son frías, oscuras y tienen un bajo contenido de agua salada.

"El Mar Báltico es como un enorme museo helado, un gran refrigerador que conserva todo lo que cae en él", dice Huber. No solo se conserva la madera, también los cargamentos, agrega. "A veces, el pescado de reserva todavía está en los barriles". Toda materia orgánica se mantiene muy, muy bien bajo el agua", dice Huber. En los barriles del naufragio de Lübeck también se descubrieron restos de cal viva, un importante material de construcción comercializado en la época hanseática.

"Se han encontrado botellas de vino, de champaña y de cerveza en el Mar Báltico de unos 100 años, 200 años. Todavía eran comestibles. El champán se subastó y se vendió por decenas de miles en el mostrador", cuenta.

El gusano de barco, el mayor enemigo

Pero no solo el frío y la oscuridad conservan. El Mar Báltico no está habitado por el gusano de barco Teredo Navalis, que necesita aguas saladas y ricas en oxígeno para vivir. En el Golfo de Botnia, alrededor de Finlandia y Suecia, hay agua casi dulce, en ella hay muy poca sal, y el gusano de mar ya no puede sobrevivir allí.

Por eso suele haber pecios muy bien conservados en esa zona. "En el Mar Báltico hay naves que tienen dos, tres, cuatro o cinco siglos de antigüedad, y aún se mantienen en pie con los mástiles. Algo único en el mundo”, comenta Huber, quien resalta que, además del gusano de barco, hay otro riesgo para la conservación de los náufragos: los barcos de pesca industrial que se desplazan con sus enormes redes de arrastre"

(jov/ms)