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La preocupación por el coronavirus, el peligro del crimen organizado y la suspensión de los procesos de asilo disparan la angustia y el malestar en el precario campamento migrante de Matamoros, al norte de México.
El presidente de Estado Unidos propuso una medida similar a la impuesta por su antecesor Donald Trump, obligando a los migrantes a solicitar el asilo desde los otros países por los que transitan.
El Servicio de Guardacostas (SGC) de Estados Unidos devolvió este fin de semana a Cuba 64 balseros, informó este 27 de febrero el Ministerio del Interior de la isla, con lo que son ya 2.431 los repatriados en 2023.
Se esperaba el fin de la regulación que permite a EE.UU. la expulsión expedita de solicitantes de asilo. Pero la esperanza se desvaneció de un plumazo. No hay solución pasajera y mucho menos de fondo.
La ciudad fronteriza estadounidense ha declarado estado de emergencia. No hay suficientes refugios para los migrantes, que duermen en las calles. El posible retiro de la ley "Título 42" podría agravar la situación.