Merkel habla con inmigrantes
14 de julio de 2006
El gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, anunció la elaboración de un plan nacional para la integración de los inmigrantes, centrado en eliminar fallos existentes en la educación y el conocimiento del idioma alemán. El plan será presentado a mediados del próximo año y su confección fue decidida en una conferencia sobre el tema integración celebrada este viernes en Berlín y en la que participaron cerca de 90 representantes del gobierno, asociaciones de inmigrantes, empresas y las Iglesias.
"Es un suceso casi histórico", dijo Merkel después de la reunión de tres horas, la primera de estas características celebrada en el país en el que viven unos siete millones de extranjeros, del total de 82 millones de habitantes. Según Merkel, entre los objetivos principales del gobierno están el aprendizaje temprano del alemán entre los hijos de inmigrantes, el establecimiento de cursos de integración, la mejora de las oportunidades de empleo y la mejora en la igualdad de mujeres inmigrantes.
Pasos lentos
La canciller describió la reunión como "el comienzo de un diálogo intenso". Cinco décadas después de que comenzara la última ola de inmigración y en un país con 15 millones de personas -una de cada cinco- con raíces extranjeras, este comienzo del diálogo llega un poco tarde. Los problemas son los conocidos desde hace décadas. .
Así, por ejemplo, los extranjeros de la segunda y tercera generación siguen teniendo problemas de idioma, lo cual deriva en dificultades a la hora de hacer una formación profesional y a su vez, en la búsqueda de un empleo.
Dudas entre los extranjeros
Al mismo tiempo, Merkel hizo hincapié en que la integración no es algo "estático" sino un largo proceso que cambia tanto a los que llegan al país como a la sociedad que los recibe. Con ello la canciller, aludió a la preocupación expresada por algunos representantes de colectivos extranjeros de no ser aceptados en este país.
La cumbre había estado precedida de protestas desde la comunidad musulmana, porque ninguna de las asociaciones islámicas había sido invitada. Merkel se defendió de las críticas y afirmó que la idea era evitar que se mezclaran los problemas de la inmigración con los problemas de carácter religioso. El gobierno ha convocado para otoño una "cumbre islámica", cuyo objetivo es fomentar el diálogo con el Islam.