Vargas Llosa: la literatura "es una manera de resistir"

Mientras por todas partes se cancelan o postergan festivales literarios y la Feria del Libro de Fráncfort se traslada a la plataforma digital, el Festival Internacional de Literatura de Berlín organizó un notable programa, con presentaciones en vivo de escritores. La posibilidad de encuentros y debates resulta atractiva; pero rápidamente se atenúa el entusiasmo, en vista de los asientos vacíos de la sala de música de cámara de la Filarmonía de Berlín.

Mil ciento ochenta espectadores podrían haber acudido a la inauguración de la vigésima edición del Festival, de no haber sido por el coronavirus y las estrictas medidas de higiene para evitar contagios. Incluso la ministra de Cultura, Monika Grütters, pareció estremecerse ante la poca cantidad de público, disperso en el salón. La ministra prometió pensar en profundidad sobre “cómo poner de nuevo en marcha la actividad escénica, con recetas pragmáticas”. Dijo que hay que actuar restrictivamente con las reglas generales de distanciamiento social y tomarse el trabajo de realizar controles individuales, posiblemente más complicados. Grütters afirmó en su discurso de bienvenida que la reactivación de la vida cultural es de importancia existencial para la democracia.

Vargas Llosa y el poder de la literatura

También Mario Vargas Llosa, el invitado estrella, invocó en su discurso inaugural el poder de la literatura. El director del festival, Ulrich Schreiber, lo alabó como un “héroe de nuestro tiempo”, por haber acudido a la cita en plena pandemia. Y el escritor de 84 años, Premio Nobel de Literatura, aprovechó la oportunidad de hablar con vehemencia sobre el potencial del arte literario para cambiar la vida de la gente. Aseguró que las dictaduras siempre desconfían profundamente de la literatura. Saben que la literatura representa un peligro para ellas. 

Aseguró que la literatura no es puro entretenimiento. "La literatura ha sido siempre un modo de protestar contra las insuficiencias de la vida", indicó, explicando que tiene el don de mostrarnos que algo anda mal. Permite establecer el inconformismo y la disidencia. Y se la necesita si no se quiere "ciudadanos resignados, que acepten sumisamente" lo que se les impone.

Vargas Llosa, que se define como liberal, habló de sociedades con falta de libertad en general, sin mencionar ningún país de América Latina específicamente. Tanto más subrayó el potencial de la literatura: “La titeratura es un arma de combate, una manera de resistir".

Con respecto a la actual pandemia, afirmó que nos libera de la arrogancia de creer que podemos controlarlo todo. Y constató que la naturaleza todavía nos puede plantear desafíos tremendos.

Soñar con un mundo mejor

Mario Vargas Llosa terminó su discurso afirmando que los libros dan a la gente la posibilidad de soñar con otro mundo, un mundo mejor. 

Pese a la pandemia, el Festival de Berlín celebra su vigésimo aniversario con grandes figuras internacionales y ha invitado también a otra Premio Nobel de Literatura, Olga Tokarczuk. Entre los invitados se cuentan igualmente David Grossman, Daniel Kehlmann, Ingo Schulze, Nora Bossong, Thomas Hettche, Colum McCann, Leif Randt, Ivan Krastev y Richard Ford. De casi todos ellos se puede disfrutar también en forma digital. Algo que compensa la tristeza por el escaso público que puede estar presente en Berlín.

(er/cp)