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Malta: ¿la próxima isla mafiosa?

Christoph Hasselbach
3 de noviembre de 2017

Tras el asesinato de una periodista investigativa, cada vez más malteses creen que el sistema político de la isla está corrompido. Dudan que el actual gobierno logre esclarecer el caso. Hoy la periodista fue enterrada.

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Manifestación en contra del asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia.
Manifestación en contra del asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia.Imagen: James Bianchi/Mediatoday

A más tardar el 16 de octubre de 2017, la pequeña isla mediterránea de Malta perdió su inocencia a ojos de la opinión pública mundial. Ese día, la periodista Daphne Caruana Galizia, de 53 años, había sido asesinada al explotar su coche. Ya antes había recibido varias amenazas de muerte. Estaba investigando a la familia del primer ministro, Joseph Muscat, por posibles negocios turbios.

Ya en 2016, la Comisión Europea (CE) había evaluado la situación de los medios de comunicación en Malta, llegando a un resultado poco alentador: en comparación con otros países de la Unión Europa, "los medios malteses se concentran peligrosamente en manos de los partidos políticos". Asimismo, la CE señaló que la independencia de los medios es débil debido a la "falta de medidas para regularlos".

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Medios débiles y un sector financiero fuerte

En Malta, en cambio, el sector financiero es poderoso. La isla es considerada un paraíso fiscal, algo que no ha cambiado con la pertenencia a la Unión Europea (UE). Al contario: desde la adhesión del país al bloque comunitario en 2004, y como consecuencia de las posibilidades que ofrece el mercado europeo interno, el sector financiero ha despegado.

Daphne Caruana Galizia fue enterrada este tres de noviembre.
Daphne Caruana Galizia fue enterrada este tres de noviembre.Imagen: Reuters/A. Bianchi

Por su parte, el primer ministro, Muscat, dijo recientemente en una entrevista con la agencia Reuters que el "sector financiero es tan transparente, sólido y respetuoso con las reglas como cualquier otro en Europa".  

Muchos malteses y observadores externos consideran que la combinación de medios débiles y un lobby financiero fuerte es un problema estructural. Tampoco les sorprende la aparente impotencia de la Policía ante una ola de atentados: en los últimos dos años, ha habido seis atentados con coches bomba. Y ninguno de ellos ha sido esclarecido.

Desconfiando del sistema Muscat

Muchos ciudadanos están convencidos de que la democracia está siendo socavada. Miles de personas participaron el pasado domingo en una manifestación portando carteles en los que se leía "No nos callarán" y "Nuestro país merece algo mejor". Durante la protesta, el bloguero Jacques Zammit pronunció un discurso, en el que criticó que "el Estado ya no está al servicio del país, sino de círculos de poder internos".

Por su parte, la familia de la periodista asesinada exige la renuncia del primer ministro maltés. Asegura que Muscat ha convertido a Malta en una "isla mafiosa". Los familiares no creen que llegue a haber justicia bajo el actual gobierno. 

Atención internacional

El caso ha llamado la atención mundial y especialmente Europa ha criticado fuertemente a las autoridades isleñas. La Comisión Europea instó al gobierno a no solo esclarecer el caso, sino también a solucionar "posibles problemas estructurales" relacionados al Estado de derecho.

La periodista asesinada estaba investigando los negocios de la familia del primer ministro Joseph Muscat (arriba).
La periodista asesinada estaba investigando los negocios de la familia del primer ministro Joseph Muscat (arriba).Imagen: picture alliance/NurPhoto/K. Gilbert

Asimismo, cabe mencionar la carta abierta de redactores en jefe de importantes medios como The Guardian, Süddeutsche Zeitung, New York Times o BBC, en la que se exige que los asesinos de la periodista no consigan su "evidente meta: detener las investigaciones de Daphne sobre corrupción en las más altas esferas de Malta". Expertos italianos en el combate a las mafias incluso comparan la situación en la isla mediterránea con la de su propio país en tiempo pasados.    

El primer ministro maltés ofreció una recompensa de un millón de euros por indicios que lleven a la detención del agresor. Sin embargo, la desconfianza en el gobierno y la presión han crecido tanto que Joseph Muscat se ha visto obligado a aceptar la ayuda de agentes de Europol, el FBI y forenses holandeses, que colaborarán con las autoridades maltesas. Si bien el trabajo policial sigue siendo una competencia exclusiva de cada uno de los países de la UE, muchos malteses esperan que la atención internacional ayude a esclarecer el trágico caso.

Autor: Christoph Hasselbach (VT/ERS)