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El plomo de nuestros móviles nos pone en peligro

16 de agosto de 2021

Un estudio realizado por tres universidades descubrió que mientras más plomo se ha producido a lo largo de la historia, más alta es la concentración de este metal en el organismo, que puede causar daños irreversibles.

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Imagen referencial.
Imagen referencial.Imagen: Graeme Barker

Tres universidades se unieron para sacar adelante un estudio sobre la presencia de plomo en el cuerpo humano a lo largo de la historia, y los resultados pueden parecer obvios, pero no por ello menos inquietantes: si la contaminación está en el aire, en el suelo, y en los teléfonos móviles, indefectiblemente acabará asentándose también en los huesos humanos.

El artículo, titulado "Lead in Archeological Human Bones Reflecting Historical Changes in Lead Production” ("El plomo en restos humanos arqueológicos refleja los cambios históricos en la producción de plomo”), fue publicado este lunes (16.08.2021) en la revista Environmental Science and Technology, y busca complementar un estudio similar que apareció décadas atrás en la revista Science. En este caso, el equipo de investigadores de las universidades Hebrea de Jerusalén, de Viena y Sapienza de Roma comparó los índices de producción de plomo con la presencia de éste en los huesos.

Para ello, usaron restos arqueológicos de personas que vivieron en los últimos 12.000 años en el territorio que hoy pertenece a Italia, gracias a un cementerio que ha sido usado de forma ininterrumpida todo ese período. El informe señala que "sorprendentemente, gran parte de la dinámica estimada en la producción de plomo se replica en los humanos”. Esto quiere decir que la contaminación por este metal tiene directa relación con la producción.

El estudio señala que la producción de plomo comenzó el año 2500 antes de Cristo con la acuñación de las primeras monedas, alcanzó un punto alto en la era romana, tuvo un declive en la Edad Media y hace 1.000 año empezó a crecer de nuevo impulsada por la extracción de plata en Alemania y el Nuevo Mundo, y posteriormente gracias a la Revolución Industrial.

La producción de teléfono móviles, como el Nokia de la foto, exige mayor producción de metales y, por ende, mayor peligro para la vida humana.
La producción de teléfono móviles, como el Nokia de la foto, exige mayor producción de metales y, por ende, mayor peligro para la vida humana.Imagen: Nokia

Curvas equivalentes

La comparación entre las concentraciones de plomo en huesos y dientes con el ritmo de producción mundial demuestra que ambos procesos están estrechamente ligados.

"En pocas palabras: cuanto más plomo producimos, más probable es que la gente lo absorba en su cuerpo. Esto tiene un efecto altamente tóxico", advierte Yigal Erel, jefe de la investigación y miembro del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Hebrea.

Los autores estiman que sus hallazgos deberían crear conciencia sobre los peligros que tiene la explotación de estos metales, especialmente en tiempos en que son ampliamente requeridos para su uso en dispositivos electrónicos, teléfonos móviles, baterías, paneles solares o turbinas eólicas. Si bien los mineros y empleados de instalaciones de reciclaje serían los más afectados, la verdad es que los efectos pueden alcanzar a toda la población, toda vez que estos elementos se deterioran y liberan su toxicidad al aire y la tierra que cultiva nuestros alimentos.

"Cualquier ampliación del uso de los metales debe ir acompañada de higiene industrial, idealmente de un reciclaje seguro de los metales y de una mayor consideración medioambiental y toxicológica en la selección de los metales para uso industrial", aconseja Erel. No es mala idea escucharlo, toda vez que la exposición al plomo puede causar anemia, disfunción renal, toxicidad reproductiva e hipertensión, entre otros efectos. Además, se estima que los efectos neurológicos causados por este metal son irreversibles.

DZC (EFE, Environmental Science and Technology)