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La Unión de Merkel y Macron

Daniel Heinrich
4 de junio de 2018

Merkel reaccionó al clamor reformador de Macron. A finales de junio, los mandatarios de Alemania y Francia presentarán sus visiones para el bloque comunitario en la cumbre europea. Conozca sus semejanzas y diferencias.

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Deutschland Französischer Präsident Emmanuel Macron in Berlin
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Sohn

Este lunes (4.6.2018), la oficina del presidente de Francia, Emmanuel Macron, celebró los planes presentados un día antes por la canciller de Alemania, Angela Merkel, para darle un nuevo impulso al bloque comunitario. El Palacio del Elíseo dice ver acercamientos entre París y Berlín "en todos los temas de soberanía europea”, desde la migración hasta la reforma de la eurozona, si bien reconoce que ambos Gobiernos aún deben alcanzar "un acuerdo más ambicioso sobre la unión bancaria y la capacidad presupuestaria” en las próximas semanas. A finales de junio, en la cumbre europea, los mandatarios de Alemania y Francia presentarán sus visiones sobre los siguientes asuntos:

Política migratoria y de asilo

Merkel y Macron coinciden en que es necesario conectar las bases de datos de los Estados comunitarios para intensificar la cooperación con los países de origen de la mayoría de los inmigrantes y refugiados que llegan a la Unión Europea y su periferia. Ambos claman porque en la UE se instaure un sistema de asilo con estándares similares para todos sus miembros. Además, piden que se le inyecte recursos a Frontex para que esa agencia pueda actuar como una auténtica policía de fronteras y asumir funciones en el proceso de otorgamiento o denegación de asilo. Alemania y Francia también proponen abrir accesos legales a la UE con miras a desalentar la inmigración irregular. Otra iniciativa común es la implementación de un "Plan Marshall” para África.

La idea es mejorar las perspectivas de vida de los jóvenes en las regiones con más altos índices de emigración hacia Europa.

Debate sobre reforma europea

Renovación de las comisarías europeas

La canciller y el presidente comparten otra meta: reducir la cantidad de comisarios europeos activos y el poder que actualmente detentan, pese a las desventajas que podría representar eso para sus países. Macron recomienda eliminar la mitad de las comisarías comunitarias; Merkel es más vaga al respecto. En lo que concierne a la presidencia de la Comisión Europea, ambos mandatarios difieren: la "mujer fuerte” de Berlín recomienda que se armen listas a escala comunitaria con candidatos destacados que puedan competir entre ellos en el marco de las elecciones europeas, de tal forma que el nombramiento de los aspirantes sea independiente de las nominaciones de los Gobiernos de sus países de origen. Macron observa esta idea con escepticismo.

Política Exterior, de Defensa y Seguridad

Las opiniones de ambos líderes toman caminos separados en este ámbito: Merkel insiste en que la Unión Europea tenga un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, al mismo tiempo, su propio Consejo de Seguridad Europeo con presidencia rotatoria. Macron rechaza de plano ambas ideas y Merkel rechaza parcialmente las de su homólogo francés: él ha sugerido que la UE cree tropas destinadas a misiones militares fuera del territorio comunitario y ha subrayado que Gran Bretaña debe formar parte de ese ejército. Aunque la canciller está de acuerdo con que la UE tenga sus propias Fuerzas Armadas, ella pide que las mismas actúen dentro de las estructuras comunitarias. 

Reforma financiera

Pero es en el campo de la reforma de la Unión Económica y Monetaria (UEM) donde las visiones de Merkel y Macron más se diferencian. La canciller alemana recomendó crear un Fondo Monetario Europeo que sirva –al igual que la Comisión Europea– como columna para sostener a la unión monetaria que le otorgue créditos a los Estados en tiempos de crisis y vigile los presupuestos de los países miembros. Pero, de consumarse esta propuesta, la Comisión Europea se vería debilitada. Macron, en cambio, ha sugerido que la unión monetaria tenga un presupuesto conjunto y que se instaure un impuesto de sociedades. Aunque Merkel no se ha pronunciado todavía sobre este último punto, la canciller ve con malos ojos la idea de Macron de que cada país envíe a Bruselas un porcentaje más alto de sus respectivos PIB. 

Daniel Heinrich (ERC)