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La jueza liberal Ruth Bader Ginsburg no debe morir

Carla Bleiker
15 de julio de 2020

La jueza liberal de la Corte Suprema estadounidense y defensora de los derechos de las mujeres está siendo tratada por una infección. Su salud es de vital importancia para el futuro de EE. UU., a juicio de Carla Bleiker.

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Ruth Bader Ginsburg
Ruth Bader GinsburgImagen: Reuters/J. Young

La hospitalización de la jueza Ruth Bader Ginsburg es una terrible noticia para la izquierda estadounidense. Según el comunicado de prensa de la Corte Suprema de Estados Unidos, donde trabaja Ginsburg, la paciente está siendo tratada por una "posible infección". Tras pasar la noche con fiebre y escalofríos, ahora está descansando, reza el comunicado.   

En otros tiempos, una noticia de este tipo probablemente no hubiera llamado tanto la atención. ¿Pero ahora? Fiebre y una posible infección en medio de la pandemia del coronavirus, en una persona de 87 años que en el pasado venció el cáncer. Con razón, los electores estadounidenses de izquierda tienen pánico. Según los mensajes en las redes sociales, muchas personas se preocupan por la salud de la jueza liberal, que desde hace décadas intercede a favor de los derechos de las mujeres.

"Espero que su completo rechazo al gobierno de Trump funcione como un antibiótico", escribe un usuario. Otro comenta: "Solo quedan seis meses hasta que pueda jubilarse. Por favor, Dios".

En seis meses, en enero de 2021, tendrá lugar la investidura del próximo presidente estadounidense, quien nomina a los jueces de la Corte Suprema de por vida o, por lo menos, hasta que se retiren voluntariamente.

Los que ahora se preocupan por la salud de Bader Ginsburg son adversarios de Donald Trump. En los últimos años, ante cada noticia sobre el deterioro de la salud de la jueza, temieron que el presidente estadounidense pudiera ocupar la vacante en la Corte Suprema con un juez conservador de su elección.

¿Regreso al siglo pasado?

En las elecciones de noviembre próximo no solo se decidirá quién ocupará el Despacho Oval: el republicano Donald Trump o el demócrata Joe Biden. También está en juego el futuro de la jurisprudencia en Estados Unidos.

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Carla Bleiker

Las decisiones de la Corte Suprema tienen consecuencias de largo alcance para la población del país. ¿Bajo qué condiciones se permiten los abortos? ¿Quién puede ser deportado? ¿Qué se considera acoso en el lugar de trabajo? La Corte Suprema aclara este tipo de cuestiones fundamentales.

Actualmente, cinco jueces son considerados conservadores, y cuatro -entre ellos Bader Ginsburg- liberales. En caso de que Trump sea reelegido y Bader Ginsburg llegara a fallecer, esto significaría el fin de fallos que conceden a las mujeres el derecho de decidir sobre su propio cuerpo o a los miembros de la comunidad LGBTIQ los mismos derechos que a los demás estadounidenses.

Con seis jueces conservadores y tres liberales en la Corte Suprema, habría más fallos que limitarían los derechos de las minorías. No obstante, un paso atrás al siglo pasado es lo último que Estados Unidos necesita ahora, aunque algunos republicanos ultraconservadores difieran.

Larga vida a Ginsburg

Ya en su campaña electoral en 2016, Donald Trump prometió que a través del nombramiento de jueces conservadores revertiría el histórico fallo en el caso "Roe contra Wade", que confiere a las mujeres acceso a abortos seguros y legales.

En caso de que lograra reemplazar a una jueza liberal por alguien conservador, podría lograrlo. Esperemos que Ruth Bader Ginsburg tenga una larga vida. 

(vt/ers)