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Soluciones inteligentes

6 de septiembre de 2011

El Instituto Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial desarrolla sistemas para solucionar problemas en muchas áreas de la vida, desde asistentes de idiomas hasta robots para la exploración submarina.

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La inteligencia artificial puede hacer más fácil la vida.
La inteligencia artificial puede hacer más fácil la vida.Imagen: Fotolia/Andrejs Pidjass

El Instituto Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI), en Bremen, es la mayor organización de ese tipo en Alemania. Cuenta con 860 empleados de 60 países, entre otros, de Egipto, Brasil, Camerún, Corea del Sur o Vietnam. La Inteligencia Artificial (IA) es un tema que, por falta de información detallada al respecto, todavía despierta temores, entre otros, que las máquinas terminen por dominar al hombre.

Reinhard Karger, vocero del Instituto Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI) conoce bien este tipo de miedos. Y dice que es cierto que algunos investigadores creen que las máquinas son mejores y más eficientes que los seres humanos, ya que “no son dominados por la envidia, por la codicia o la vanidad”. Otros especialistas en IA, explica Karger, hasta sueñan con transmitir su propia personalidad a una computadora a través de una interfaz, y creen que las computadoras son la clave hacia la vida eterna. Pero la investigación en el DFKI no tiene nada que ver con ese tipo de fantasías. “Desarrollamos sistemas para ayudar a que la gente pueda cumplir con sus objetivos”, sintetiza Karger.


Se están construyendo robots para explorar las inmensidades del océano y del espacio.
Se están construyendo robots para explorar las inmensidades del océano y del espacio.Imagen: DW

Robots para las profundidades del océano y del universo

Un ejemplo de ese concepto es el Centro de Innovación en Robótica del DFKI, en el que se desarrollan y programan robots para entornos extremos, como pueden ser el fondo del mar o el espacio sideral. Lugares a los que las personas difícilmente puedan acceder y en los que es mucho más económico emplear robots para buscar materias primas o llevar a cabo reparaciones.

Sobre todo la tecnología inteligente para exploración y explotación submarina se está volviendo un aspecto cada vez más importante. La explotación de petróleo y materias primas seguirá trasladándose en los próximos años cada vez más hacia las profundidades del océano. Los yacimientos de fácil acceso ya se han agotado. Y los nuevos están situados a miles de metros de profundidad.

Las condiciones de extrema presión, oscuridad y las corrientes submarinas son todo un desafío para los investigadores. La importancia de los nuevos sistemas ha sido demostrada por la catástrofe en la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, cuando la petrolera BP no logró, a pesar de intentarlo durante meses, cerrar un pozo de sondeo defectuoso y detener el escape de petróleo en el mar.

En Bremen, los científicos del DFKI tienen la posibilidad de probar a sus robots submarinos directamente dentro de un tanque que permite imitar las condiciones reales de las profundidades del océano. Y también cuentan con una sala de exploración construida simulando la geografía lunar, su luz y su suelo. Frank Kirchner, director del Centro de Innovación en Robótica del DFKI, cree que, a largo plazo, el espacio se convertirá en una fuente de recursos cada vez más explorada, y que hay que estar preparado.


Un ejemplo de las posibilidades de la inteligencia artificial.
Un ejemplo de las posibilidades de la inteligencia artificial.Imagen: Prof. Ingo Rechenberg

Estrecha cooperación con la industria

La robótica es sólo una de las muchas ramas de investigación del DFKI. En sus tres centros, en Bremen, Saarbrücken y Kaiserslautern, se trabaja, entre otros, en asistentes de idiomas para viajes al extranjero, en programas para la elaboración automática de facturas médicas y en sistemas para el seguimiento del flujo de mercaderías, un total actual de 145 proyectos.

Por lo general, los investigadores se desempeñan en estrecha colaboración con la industria, y muchos de sus proyectos son financiados por empresas. “Siempre tenemos en cuenta la solución de problemas concretos”, subraya el vocero del DFKI. Karger llama a este concepto “investigación de fundamentos orientados a la aplicación”. En 2010, el DFKI tuvo un volumen de negocios de alrededor de 36 millones de euros. La financiación depende del proyecto, lo que significa que los científicos deben promocionar cada nueva idea para obtener recursos de fuentes privadas o públicas.

¿Instituto o compañía de investigaciones?

Muchas de las innovaciones del DFKI tuvieron por resultado que se fundaran nuevas empresas y se crearan nuevos puestos de trabajo. El vocero del DFKI, Reinhard Karger, cuenta, orgulloso, que ninguna de las casi 60 compañías creadas cayó en bancarrota.

El DFKI fue fundado en 1988 con el objetivo, explicar Karger, de concentrar en un solo organismo la investigación en inteligencia artificial en Alemania. Se eligió hacerlo en forma de Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL). Entre los socios hay una serie de grandes empresas, entre ellas, Astrium, compañía afiliada al grupo franco-alemán de aeronáutica y defensa EADS (European Aeronautic Defence and Space Company), así como el gigante informático SAP y la Telekom. Y los Estados federados de Bremen, Sarre y Renania-Palatinado también participan a través de sus universidades.

“Somos una empresa de investigación semi privada“, dice Karger, “ y combinamos los mejor de los dos mundos, el académico y el económico”. Algunos de los investigadores, como, por ejemplo, Frank Kirchner, también ejercen la docencia en universidades. Y también los estudiantes se desempeña en el DFKI como ayudantes durante su doctorado. Es por ese vínculo con las universidades, señala Karger, que el DFKI no debe preocuparse por falta de personal en el futuro.

Autor: Nils Naumann/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López Magallón