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"La infraestructura es clave para evitar desastres"

Anke Rasper (EL/ERS)25 de agosto de 2016

Una infraestructura débil puede hacer que riesgos naturales se tornen catástrofes. En entrevista con DW, el experto de la ONU Matthias Garschagen habla a fondo sobre el Reporte Mundial de Riesgos 2016.

https://p.dw.com/p/1Jpe1

Cada año, el Reporte Mundial de Riesgos (WRR) y el Índice Mundial de Riesgos (WRI) analizan la vulnerabilidad de más de 170 países ante los efectos de catástrofes naturales. De ese modo se identifican zonas específicas de riesgo (hotspots) y se elaboran indicadores de riesgo. En su sexta edición, el documento anual y el índice hacen énfasis en aspectos como la probabilidad de que ocurra un desastre natural, la vulnerabilidad y la resiliencia (capacidad de hacer frente a los desastres) en cada punto analizado, así como las posibles medidas preventivas a adoptar.

DW habló con el científico que dirigió el proyecto, Matthias Garschagen.

DW: en nuestra época, ¿qué tan alto es el riesgo de sufrir desastres a raíz de fenómenos naturales?

Matthias Garschagen: Es una pregunta compleja. En principio, regiones particulares en cada país tienen mayor riesgo de sufrir desastres relacionados con fenómenos naturales. En los pasados días y semanas pudimos ver este desarrollo en partes del mundo donde hubo inundaciones y tormentas, incluso aquí en Europa (N. de la R. La entrevista fue hecha antes del terremoto en Italia). Tales riesgos crecen además con la degradación regional del medio ambiente y con el cambio climático. El riesgo también está cambiando de manera global debido al papel que juega la vulnerabilidad. No se trata solo de evaluar la intensidad de los desastres naturales sino de ver cuán susceptibles son las sociedades cuando se ven afectadas por esos eventos: qué tan capaces son las comunidades de lidiar con estos riesgos a corto y a largo plazo.

Matthias Garschagen, experto de la ONU
Matthias Garschagen, experto de la ONUImagen: UNU/Valenti 2004

¿Cuáles son los hotspots globales de riesgo actualmente?

Claramente están en África sub-sahariana, en el este de Asia y, en cierta medida, en Asia del sur y en América Latina. Estos hotspots variarían hasta cierto punto al desagregar cada riesgo, analizando sus componentes principales de exposición al riesgo, por una parte, y la vulnerabilidad de cada sociedad, por otra.

El reporte de este año hace énfasis en la infraestructura. ¿Qué papel juegan la logística y la infraestructura en el nivel de riesgo y vulnerabilidad?

La infraestructura juega un papel clave para que un fenómeno natural se transforme –o no- en un desastre. En primer lugar, es de suma importancia para el trabajo de respuesta y auxilio.En caso de una inundación, por ejemplo, se necesitan accesos confiables, puentes y aeropuertos para que la ayuda llegue pronto a donde debe. Por eso, la infraestructura juega un papel cada vez más importante en los niveles de vulnerabilidad.

¿O sea que un país rico estará en mejor posición para recuperarse rápidamente?

Sí, y de hecho estará mejor preparado para hacer frente al impacto inicial. Si se compara a Nepal con Suiza, los datos demuestran que este último país tiene un mayor número de caminos pavimentados y puentes por kilómetro cuadrado y por habitante. También cuenta con más helicópteros, aeropuertos alternativos y rutas de vuelo. Todo esto ayuda en la reacción inmediata ante un desastre. Contar con reservas económicas también marca una diferencia enorme en cuanto a la reconstrucción.

¿Cómo se puede mejorar la infraestructura en países pobres, a fin de hacerlos menos susceptibles a sufrir desastres?

De varias maneras. Es útil tener en cuenta los distintos niveles de riesgo, tal y como proponemos en el reporte. El primero es el nivel de exposición. El desarrollo de la infraestructura debe hacerse en áreas poco expuestas. En otras palabras, si se planea construir un nuevo aeropuerto o una central generadora de energía, debe pensarse en la posibilidad de inundaciones en el marco de un clima cambiante No solo pensar en la actualidad, sino en los próximos 10 ó 20 años. Y si el proyecto es una central nuclear, la planeación debe ser de por lo menos medio siglo por anticipado.

El segundo paso es la vulnerabilidad. ¿Existen normas de construcción para que los edificios sean más resistentes a los terremotos? Y aún más importante, ¿se respetan dichas normas? En el terremoto de Sichuán, en China, el mayor problema no fue la falta de regulaciones sino que éstas no fueron seguidas debido a la corrupción y la falta de supervisión. Por eso muchas de las escuelas se derrumbaron, lo cual contribuyó al gran número de muertos entre los niños.

Y en tercer lugar, ¿es la infraestructura capaz de resistir determinadas situaciones? En los hospitales hay cada vez más conciencia acerca de las rutas alternativas de evacuación en caso de una inundación mayor, incluso aquí en Europa central. Todos estos aspectos están en la agenda de debate, pero de manera más conceptual que práctica.

El Dr. Matthias Garschagen dirige el equipo científico que elaboró en Índice Mundial de Riesgo 2016. También encabeza las areas de evaluación de vulnerabilidad, gestión de riesgos y planeación en el Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana, de la ONU, con sede en Bonn.