1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La Iglesia católica belga se siente "avasallada" por la Justicia

3 de agosto de 2010

"Las investigaciones por pederastia han ido demasiado lejos", opina la cúpula de la Iglesia católica belga. El malestar entre la curia por la forma en que se han llevando a cabo las labores judiciales es profundo.

https://p.dw.com/p/ObFh
La catedral de San Romualdo, en Malinas, Bélgica.Imagen: DW

La Iglesia católica belga se ha pronunciado en el semanario religioso Tertio, y lo ha hecho para quejarse ante lo que considera un exceso de celo de las autoridades del país. El enfado y la rabia son palpables. El vasto operativo policial que se puso en marcha el pasado junio para seguirle la pista las denuncias de abusos sexuales a menores fue, consideran los eclesiásticos, desmesurado.

En la operación -bautizada como Cáliz ("Kelk" en neerlandés)- se profanaron algunas tumbas de obispos en la cripta de la catedral de San Romualdo, en Malinas, a unos 40 kilómetros al norte de Bruselas. En un despliegue digno de una película de acción, se introdujeron en las tumbas micro-cámaras en busca de posibles documentos y fotografías comprometedores.

Tensión entre bastidores

"Las investigaciones deben ser proporcionales al objetivo que se persigue. Lo que se ha hecho es aberrante e inaceptable", opinó el abogado eclesiástico Fernand Keuleneer, que ha presentado una querella por "abuso de poder y falta de proporcionalidad de los métodos empleados". El caso ha dejado en el seno de la institución religiosa un sentimiento de impotencia, de haberse visto "avasallada" por la Justicia, puede leerse hoy en el periódico flamenco De Standaard.

La tensión entre los bastidores de la Iglesia belga es enorme. En el confiscado ordenador portátil del arzobispo emérito de Malinas-Bruselas, Godfried Daneels, los agentes encontraron la fotografía de una niña de menos de diez años, agachada en la ducha y desnuda. La Fiscalía de Bruselas confirmó posteriormente que la descarga de la imagen había sido involuntaria, pero el hecho no pasó sin dejar huella.

El último episodio que vino a caldear aún más los ánimos tuvo lugar en julio pasado. La prensa belga desveló entonces que las autoridades habían desempolvado de los archivos eclesiásticos del mismo arzobispado de Malinas-Bruselas fotos comprometedoras -desconocidas hasta ahora- relativas al "caso Marc Dutroux", uno de los asesinos en serie más conocidos de Bélgica: Dutroux secuestró, torturó y abusó sexualmente de seis niñas y adolescentes de edades entre los 8 y los 19 años, de las cuales cuatro fueron asesinadas, entre 1995 y 1996.

Las víctimas hablan

Las víctimas de abusos sexuales que han optado últimamente en Bélgica por dar a conocer sus identidades, hasta ahora protegidas, han sido numerosas. Una de ellas es Jan Hertogen, que denunció haber sufrido abusos por parte del personal de la escuela religiosa de Flandes en la que cursó sus estudios, identificado para cimentar sus acusaciones a los culpables.

Han sido precisamente testimonios como los Hertogen los que obligaron a dimitir al ex obispo de Brujas Roger Vangheluwe, quien tuvo que reconocer su participación en abusos sexuales. Hoy, existen en el país centroeuropeo casi 500 expedientes abiertos.

El papa Benedicto XVI calificó de "deplorable" el operativo policial realizado en la catedral de Malinas. El próximo 6 de agosto, la Justicia belga emitirá un primer dictamen sobre si la Operación Cáliz "se ajustó o no a la legalidad".

Editora: Luna Bolívar Manaut (dpa)