Sarah Harrison, defensora de los derechos humanos y la colaboradora más importante del exanalista de la CIA Edward Snowden, se encuentra en Berlín y teme volver a su país, al Reino Unido, ya que podría ser detenida. La activista de Internet Anke Domscheit-Berg, del Partido Pirata, la apoyó y explicó que en Alemania existe una sensibilidad diferente hacia la vigilancia de la ciudadanía.