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Kerry se reunió con disidentes cubanos

15 de agosto de 2015

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, cerró su viaje oficial a La Habana reuniéndose en privado con varios disidentes cubanos. Otros boicotearon el encuentro, describiéndolo como un acto “de bajo perfil”.

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Imagen: Reuters/G. Cameron

Este viernes (14.8.2015) en La Habana, el encargado de los asuntos exteriores de Estados Unidos, John Kerry, cerró su viaje oficial a la Antilla Mayor reuniéndose en privado con varios disidentes cubanos. Aunque breve, la suya es la primera visita a la isla de un secretario de Estado estadounidense en setenta años. Su objetivo principal era encabezar el acto de apertura de la embajada de Estados Unidos en Cuba para consumar, con toda la ceremonia que el caso exige, el restablecimiento de las relaciones bilaterales, restauradas el 20 de julio.

Berta Soler criticó el hecho de que la disidencia cubana fuera invitada a un acto “de bajo perfil”.
Berta Soler criticó el hecho de que la disidencia cubana fuera invitada a un acto “de bajo perfil”.Imagen: picture-alliance/dpa

Un acto “de bajo perfil”

A la recepción auspiciada por Kerry asistieron miembros de la sociedad civil cubana, pero algunos de los invitados decidieron no acudir a la cita. Ese fue el caso de Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, quien criticó el hecho de que Washington cediera a las exigencias del Gobierno de Raúl Castro y terminara convocando a la disidencia cubana a un acto “de bajo perfil” en lugar de presionar para que ésta estuviera presente en la ceremonia oficial de apertura de la embajada.

Antonio González-Rodiles, director del foro crítico Estado de Sats, alegó razones similares para brillar por su ausencia en el evento en cuestión. “No es comprensible que la administración Obama sufra también la represión del régimen cubano”, señaló González-Rodiles con un dejo de ironía. La bloguera Yoani Sánchez y su marido, el periodista independiente Reinaldo Escobar; Miriam Leiva, una de las fundadoras de las Damas de Blanco; Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista; y el intelectual crítico Dagoberto Valdés, sí asistieron.

Fricción frente a la prensa

En el encuentro privado organizado por Kerry en la residencia del encargado de negocios estadounidense en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, también estuvieron presentes Héctor Maseda, Marta Beatriz Roque, Óscar Elías Biscet y José Daniel Ferrer, quienes fueron privados de libertad en Cuba por razones políticas. Kerry subrayó que Estados Unidos sigue condenando los arrestos temporales de disidentes y que “no hay excusa alguna” que pueda justificarlos, pero también celebró que las detenciones ya no fueran tan duras como las de antaño.

Antes de la recepción, Kerry declaró ante la prensa local e internacional que el Congreso estadounidense no levantaría el embargo si el Gobierno cubano no mostraba disposición a respetar la libertad de conciencia. Sus palabras buscaban comunicar que Washington seguía preocupado por la situación de los derechos humanos en la isla, pero también dieron pie a una réplica del ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, quien aludió a las acusaciones de violaciones de derechos humanos que pesan sobre Estados Unidos, no sólo por el trato que reciben los prisioneros de la base naval de Guantánamo, sino también por el ensañamiento con que los cuerpos de policía estadounidenses actúan de cara a ciudadanos negros.

ERC (EFE, AP)