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Incendios forestales: ¿podemos adaptarnos a vivir con ellos?

Tamsin Walker
7 de septiembre de 2020

Los incendios forestales vinculados al cambio climático están aumentando en severidad y frecuencia en muchas partes del mundo. ¿Podemos vivir junto a ellos, o forzarán a las comunidades a reubicarse?

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BG Waldbrände in Australien | Inferno III
Imagen: Reuters/AAP Image/D.

Para esta misma época de 2020, mientras Australia emergía del invierno hacia la primavera, las primeras llamas de la devastadora temporada de incendios, que desde entonces se ha conocido como el Verano Negro, ya había empezado a arder atravesando las zonas de matorrales

Aunque en ese momento la sequía prolongada había dejado yermos el suelo y la vegetación de gran parte del país, y aunque los científicos habían advertido sobre ese peligro, la escala del infierno que se avecinaba habría sido difícil de predecir.

Rachael Nolan, ecologista de incendios del Instituto Hawkesbury para el Medio Ambiente, de la Western Sydney University, forma parte de un equipo que trabaja para comprender mejor cuándo y dónde puede ocurrir un incendio.

Nolan, junto a investigadores de una red de universidades de todo el país, exploran formas de combinar datos de los pronósticos meteorológicos con el monitoreo por satélite de la sequedad de la vegetación para crear un sistema de alerta que "haga llegar información a la gente para que tenga tiempo de empezar a preparar sus propiedades, se asegure de que no haya vegetación cerca de sus casas y que haya un buen espacio de defensa".

Planificar los hogares fuera de las zonas de riesgo

Dos medidas preventivas que se citan con frecuencia se refieren al lugar y la forma de construir viviendas para dar cabida a una población australiana cada vez más numerosa. Según Richard Thornton, Director General del Centro de Investigación Cooperativa sobre Incendios y Riesgos Naturales, una organización sin fines de lucro con sede en Melbourne, las antiguas políticas y pautas de asentamiento están resultando "inadecuadas para los retos del futuro" y a menudo intensifican la exposición al riesgo.

Los restos de una casa quemada en diciembre del año pasado en un pequeño pueblo de Nueva Gales del Sur, Australia.
Los restos de una casa quemada en diciembre del año pasado en un pequeño pueblo de Nueva Gales del Sur, Australia.Imagen: Getty Images/D. Gay

Según él, la elección del lugar de construcción debe tener en cuenta la geografía de la tierra y cualquier historia previa de desastre natural, sean incendios o inundaciones, en regiones costeras bajas. Además, las nuevas estructuras deben ser tan resistentes a los peligros como sea posible. Pero también ve la necesidad de un cambio de mentalidad.

"Nuestra investigación muestra que muchos australianos luchan por comprender que vivimos en un país donde existen peligros naturales y que las acciones necesarias para aumentar nuestra seguridad son a veces inconvenientes y amenazan las mismas cosas que valoramos".

California se enfrenta a muchos de los mismos problemas que Australia

A miles de kilómetros de distancia, en California, Timothy Ingalsbee , exbombero y director ejecutivo de Bomberos Unidos por la Seguridad, la Ética y la Ecología (FUSEE, por sus siglas en inglés) dice que la conciencia y la comprensión del riesgo de incendio a menudo es dolorosamente escasa. O simplemente se pasa por alto.

"La gente sigue aferrándose desesperadamente al viejo paradigma de la prevención y supresión de los incendios forestales", dijo, y añadió que, si bien no es posible hacer que el planeta entero sea ininflamable, sí es posible proteger los hogares, tanto a los que son menos vulnerables como a los que se encuentran en lugares más amenazados.

"La mayoría de las casas se queman por las brasas que caen de la atmósfera", dijo, añadiendo que muy a menudo los árboles de los alrededores apenas se chamuscan. "Lo que encontramos es que las casas, las estructuras construidas por el hombre son más inflamables que los árboles que las rodean. Pero se puede construir una casa que no se encienda tan fácilmente con una pequeña brasa, y se la puede edificr a varios kilómetros de distancia."

Los restos quemados de una casa destruida en los incendios de agosto de California.
Los restos quemados de una casa destruida en los incendios de agosto de California.Imagen: Getty Images/J. Sullivan

Según las autoridades estatales, California ha experimentado miles de incendios en lo que va de año, muchos de los cuales, como en Australia, ocurren naturalmente y sirven al ecosistema del bosque. Sin embargo, a medida que se han ido quemando, han cobrado siete vidas humanas y han dañado o destruido 3.000 edificios. "Es muy frustrante", dice Ingalsbee,"porque estos desastres de incendios urbanos son trágicos, pero tan evitables."

Incendios pueden "ocurrir en cualquier momento"

Eso sin embargo, señala Ingalsbee, no ha impedido que las autoridades de San Diego aprueben la construcción de viviendas en "zonas de alto riesgo" en lo que él llama "una receta para el desastre" que genera beneficios para los inversores, y deja a los contribuyentes pagar la cuenta de la lucha contra el fuego".

Ingalsbee cree que la sociedad ha separado los incendios forestales de otras formas de perturbaciones naturales, como tornados, huracanes o terremotos. "De alguna manera consideramos que los incendios forestales son diferentes, los vemos como una cosa que podemos prevenir, detener y controlar", dijo. "Es una enorme locura. Seguimos invirtiendo mucho en la lucha contra el fuego en lugar de aprender a adaptarnos, y a vivir y trabajar con él".

Una locura que cree que, en un futuro a mediano y largo plazo, dará lugar a que algunas zonas residenciales sean abandonadas; devueltas a la naturaleza. "En algunos lugares eso ocurrirá, si no por un cambio de opinión, seguramente por agotamiento y abandono".

(gg/cp)