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Guardiola: una era amenaza acabar sin haber empezado

Daniel Martínez7 de mayo de 2015

La derrota ante el Barcelona ha dejado al descubierto que todavía le faltan fundamentos sólidos a la meta que se propuso el Bayern de construir una era de dominio en Europa guiado por las ideas de Pep Guardiola.

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Fußball Bundesliga Bayern München vs. Hertha BSC
Imagen: Reuters/M. Dalder

Para el Bayern, después del 0-3 en el estadio Camp Nou de Barcelona, la amenaza de quedar eliminado de la Champions League no solo es muy real, sino que sabe a fracaso. Los bávaros, que dominan a su antojo la Bundesliga, se quedarían entonces por segundo año consecutivo fuera de la fiesta de la final de la más importante competencia del fútbol europeo.

De suceder esto, el balance después de dos años con Pep Guardiola al frente del equipo sería decepcionante, si se le mide con la escala de las aspiraciones del club de Múnich. Y con razón, pues en ese caso los resúmenes estadísticos registrarán que el entrenador más exitoso del mundo, en vez de mantener y mejorar la herencia que recibió a su llegada a Alemania, la ha empeorado año tras año.

Durante la era Guardiola, que fue introducida bajo la sombra del Triplete (Champions League, Copa Alemana y Bundesliga) alcanzado por el entrenador Jupp Heynckes la temporada previa al arribo del español a Alemania, el Bayern ha conquistado cinco títulos.

Para cualquier otro equipo esos triunfos ya serían motivo de orgullo, pero en Múnich el listón se pone mucho más alto, en especial cuando el entrenador contratado para llevar al equipo a una nueva dimensión futbolística es el mismo que revolucionó este deporte acercándolo a la perfección.

Guardiola ha conseguido con el Bayern deslumbrar a la Bundesliga, que se le ha quedado chica como competición. Pero en Múnich la afición espera más, y la prueba de ello es que este año el haber ganado el torneo alemán con cuatro fechas de anticipación no generó ningún tipo de festejo.

Los seguidores del equipo bávaro, y sus dirigentes, le apuntan a algo más elevado: la Champions League. Pero esta temporada no solo esa meta está en entredicho, sino que la posibilidad de ganar un segundo trofeo en la Copa Alemana ya no existe. Del Triplete que le dejó como legado su antecesor, Guardiola ganó en su primer año dos títulos, y en el segundo todo parece indicar que se tendrá que conformar con solo uno.

El retroceso en materia de resultados sería evidente pese a estar acompañado de un sinnúmero de registros históricos. Lo que el el Bayern quería, y aún quiere lograr con Pep Guardiola, es convertir al club en una potencia del fútbol mundial, en una referencia deportiva e institucional. El requisito para lograrlo no es ganar todos los años la Bundesliga en tiempo récord; el requisito es coronarse en la Champions League.

Esto es algo que a Pep Guardiola aún no se le da en Múnich, y para enderezar el camino todavía le queda con el Bayern un partido en el que tendrá la oportunidad de darle la vuelta a esta historia.

Una victoria convincente sobre el Barcelona en el Allianz Arena la próxima semana, acompañada del tiquete a la final de la Champions League en Berlín, equivaldría a la inauguración oficial de una era que todos esperan que por fin arranque: la del Bayern de Pep Guardiola. De otro lado, una eliminación obligaría al club a empezar de nuevo, con o sin Guardiola.