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Gobierno portugués descarta pacto militar con China

8 de abril de 2015
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El Gobierno portugués descartó la posibilidad de alcanzar cualquier tipo de acuerdo con China en materia de política militar e incidió en que su prioridad es la Alianza Atlántica (OTAN). Así lo aseguró en un encuentro con periodistas extranjeros el ministro de Defensa luso, Pedro Aguiar-Branco, quien negó que esté estudiando permitir el uso de la base militar de Lajes -en el archipiélago de las Azores, en medio del Atlántico- a las fuerzas armadas del país asiático después de la retirada de las tropas de EE. UU. La opción china fue defendida a principios de año por el presidente de la región autónoma de las Azores, el socialista Vasco Cordeiro, como forma de contrarrestar el impacto en el empleo y la economía del archipiélago que supondrá la marcha del contingente estadounidense.

"La inversión china desde el punto de vista económico es tan bienvenida como desde cualquier otro lado (...) Desde el punto de vista militar, no hay ninguna duda sobre cuáles son las opciones políticas de Portugal", contrapuso Aguiar-Branco. El titular de Defensa recordó cómo se han estrechado los lazos económicos bilaterales en los últimos años, lo que se reflejó en la entrada de capital chino en grandes empresas lusas como la eléctrica Energías de Portugal (EDP), Redes Energéticas Naturales (REN) o la aseguradora Caixa Estatal, todas ellas privatizadas por el Estado. "Si mezclamos los debates, provocamos confusión. Una cosa es el desarrollo económico, el mercado, y ahí la situación con China evoluciona con normalidad, y otra son nuestras opciones de naturaleza política, militar y estratégica, donde no tenemos la más mínima duda de que nunca tomaremos opciones incompatibles con nuestra participación en la OTAN", subrayó.

Para discutir el futuro de la base de Lajes existe una comisión bilateral entre Portugal y Estados Unidos que se reunirá en agosto y que tiene como meta "encontrar soluciones que mitiguen las consecuencias económicas y en el empleo" de esta retirada de tropas. En opinión del ministro, la respuesta pasa "por encontrar nuevas inversiones, que no tienen por qué ser necesariamente de dimensión militar". Aguiar-Branco destacó los cambios de orden geoestratégico ocurridos en los últimos años e incidió en la voluntad de Portugal de reforzar su capacidad operativa en materia militar para "aproximarse" a los objetivos marcados por la OTAN una vez superada la crisis, que llevó al Ejecutivo a aprobar severos ajustes también en este sector, reduciendo presupuesto y efectivos.

Concretamente, Lisboa prevé aumentar su gasto en Defensa en los próximos años hasta "aproximarlo" al 2 % del PIB, como recomienda la Alianza Atlántica -actualmente representa en torno a un 1,6 %-, y pretende destinar un 15 % de este presupuesto a inversión, por debajo del 20 % marcado como meta por la OTAN. "En nuestra reforma de las Fuerzas Armadas, hemos establecido objetivos algo más bajos (...). Aunque si hay más crecimiento económico del previsto, se pueden incrementar", argumentó.

El ministro recordó que, cuando empezó la legislatura, llegó a estar sentado en reuniones de la OTAN centradas en terrorismo junto a su homólogo ruso, algo impensable hoy, después de que Rusia entrara en conflicto con Ucrania. De hecho, cazas rusos sin autorización fueron detectados en espacio aéreo bajo jurisdicción portuguesa en octubre pasado, un "incidente" que activó la alerta de la OTAN y llevó a la Fuerza Aérea lusa a salir a su paso, identificarlos y escoltarlos. "Para mí, fue más que nada un test positivo (...). Se mostró que la capacidad operativa de la OTAN funciona, y la parte de Portugal también", afirmó. La crisis entre Rusia y Ucrania, así como el ascenso del yihadismo, son las dos amenazas globales prioritarias a nivel europeo, de acuerdo con Aguiar-Branco, quien se mostró también preocupado por la situación en el Golfo de Guinea (efe).