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Gobernador de Hong Kong no renunciará y ofrece dialogar

3 de octubre de 2014

Leung Chun-ying nombró al número dos del gobierno local como encargado de conversar con quienes exigen cambios en el país. Los estudiantes aceptaron.

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Imagen: Getty Images/P. Bronstein

Habiéndose cumplido el plazo impuesto por los manifestantes que exigen cambios en Hong Kong para que el gobernador de la metrópolis, Leung Chun-ying, abandonara su cargo, la autoridad habló con la prensa y dijo que no iba a dimitir, al tiempo que anunciaba una iniciativa para establecer un diálogo con los manifestantes. Los líderes del movimiento aceptaron este viernes (03.10.2014) reunirse con Leung.

En una conferencia de prensa realizada tarde en la noche, Leung dijo que había nombrado al número dos del gobierno local, Carrie Lam, para que se encontrara con los estudiantes y discutiera con ellos eventuales reformas constitucionales, aunque aclaró que ese diálogo sería dentro de los parámetros de la reforma electoral aprobada por las autoridades chinas, que es precisamente lo que gatilló las protestas.

Pekín dio a Hong Kong la posibilidad de tener elecciones libres en 2017, pero luego informó que los dos o tres candidatos que concurran a ellas serán elegidos por un comité monitoreado por el gobierno chino. Los manifestantes, que han cortado la autopista que atraviesa el principal barrio financiero de Hong Kong, habían amenazado con tomar los edificios del gobierno si Leung no renunciaba. El diálogo abre las puertas para evitar lo que la policía calificó como acciones que tendrían “serias consecuencias”.

Funcionario poco querido

Si bien los estudiantes recibieron con escepticismo las declaraciones de Leung, al que acusan de querer ganar tiempo y no tomar decisiones, acordaron reunirse con él, pero a puertas abiertas y ante los medios de comunicación. El movimiento Occupy Central, uno de los protagonistas de la protesta junto a la Federación de Estudiantes, señaló que la comparecencia de Leung ha permitido a las dos partes “dar un paso atrás” y reducir la tensión, aunque “sigue sin resolver” la cuestión de cómo salir de la actual crisis.

Leung, de 60 años y en el cargo desde julio de 2012, pidió calma y aseguró que “en cualquier parte del mundo, si manifestantes rodean, atacan u ocupan edificios del gobierno (como pretendían los jóvenes), las consecuencias son graves”. Añadió que ayudará “a la población de Hong Kong a lograr el sufragio universal”. Pese a sus buenas intenciones, el funcionario es una figura poco apreciada en el territorio, ya que según varios analistas es percibido por la población como simple comparsa de los movimientos políticos de Pekín.

DZC (EFE, dpa, Reuters)