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''Generación vodka''

26 de agosto de 2011

Es alarmante: cada vez son más los niños y adolescentes alemanes que consumen regularmente alcohol de alta graduación. Gran parte de la sociedad se desentiende del problema.

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Cada vez más jóvenes y cada vez bebidas de mayor graduación.Imagen: picture alliance/dpa

Padres, pedagogos, médicos y mutuales de atención sanitaria se ven obligados a dar la voz de alarma cada vez con mayor frecuencia. Y es que el número de niños y adolescentes que consumen regularmente alcohol de alta graduación aumenta constantemente. A menudo, incluso hasta perder el conocimiento. El lema es: "beber hasta desplomarse".

Bernd Siggelkow, fundador de "Arche", una oficina de atención a niños y adolescentes de familias desfavorecidas en el barrio berlinés de Hellersdorf ha escrito, juntamente con los periodistas Wolfgang Büscher y Markus Mockler, el libro "Generación Vodka - cómo nuestros jóvenes enturbian su futuro con alcohol."

Una cuestión de mesura

Buchvorstellung Generation Wodka
Portada de "Generación Vodka".Imagen: adeo

"Hablamos de una forma de beber alcohol que no conoce medida", explica el editor del libro, Ralf Markmeier, quien al mismo tiempo admite que la mayor parte de la gente sí que es capaz de convivir sin problemas con el alcohol. El libro no supone un ajuste de cuentas general con el tema "alcohol". Los autores no pretenden aparecer ante la opinión pública poco menos que como "ascetas que viven de espaldas al mundo", sino como "personas que se preocupan por los niños y adolescentes".

Un estudio de la Deutsche Angestellten Krankenkasse (DAK), una de las mayores mutuales de atención sanitaria del país, presenta cifras alarmantes: uno de cada diez adolescentes menor de 12 años consume alcohol asiduamente, llegando a registrarse casos de alumnos de educación primaria que tuvieron que ingresar en el hospital debido a la ingesta de alcohol. Pese a que, según Siggelkow, se ha reducido el número de niños que consumen alcohol, los que lo hacen recurren cada vez más a bebidas de alta graduación.

Muchos de los adolescentes recurren al alcohol para vencer la frustración o la decepción, o como manera de compensar la presión excesiva a la que se ven sometidos en su vida diaria. Así lo considera el pedagogo social Sebastian Kuttler, quien desde hace tres años trabaja para "Arche" en Hellersdorf, en el este de Berlín. Entre cuarenta y sesenta adolescentes pasan diariamente por las instalaciones.

Uno de ellos, de tan sólo once años, es el miembro más joven de una pandilla. Según Kuttler, fue él quien le explicó cómo consiguen el alcohol: los mayores envían a los más jóvenes a un supermercado, donde roban la mercancía y la esconden en una bolsa de deporte. Una vez en la caja, pagan por un par de paquetes de chicles y abandonan el supermercado cargados con las botellas de vodka.

El problema no es exclusivo de las clases bajas

Con su libro, Siggelkow quiere acabar con los prejuicios que atribuyen el consumo incontrolado de alcohol a las capas sociales más desfavorecidas: "porcentualmente, hay más estudiantes de Bachillerato que alumnos de la 'Hauptschule' -una enseñanza secundaria de menor exigencia-. El problema se extiende por todos los estratos". Lo único que sucede es que los miembros de las élites sociales tienden a cerrar los ojos ante esta problemática. Mientras los padres juegan al golf, sus hijos mezclan bebidas de alta graduación en sus habitaciones.

El consumo de alcohol entre niños y adolescentes tiene también un coste económico al que "Generación Vodka" pone cifras: en las grandes ciudades alemanas, unos 15 adolescentes acaban cada fin de semana en el hospital con intoxicación etílica. Una cifra que se multiplica hasta alcanzar los 80 ingresados cuando se trata de acontecimientos como el inicio de las vacaciones escolares, la Fiesta de la Cosecha o la "Schützenfest" -"Fiesta de los tiradores"-. A menudo, se trata de niños de apenas 12 o 13 años de edad. Además: el número de adolescentes cuyo consumo de alcohol acaba en coma etílico va en aumento. En el caso de los accidentes de tráfico con adolescentes implicados, el alcohol figura como primera causa de muerte.

Desterrar el alcohol de los espacios públicos

Buchvorstellung Generation Wodka
Rostros conocidos dan su apoyo: Veronica Ferres, junto a dos de los autores del libro.Imagen: picture alliance/Eventpress

Rostros conocidos como el de la actriz Veronica Ferres colaboran en la lucha contra el consumo abusivo de alcohol por parte de niños y adolescentes. "Me resulta increíble que haya niños que tengan acceso al alcohol sin ningún tipo de problema", explica Ferres. Lamentablemente, son muchos los padres que no establecen ningún tipo de control. La actriz alemana hace pedagogía con su propia hija, de quien espera que, llegado el momento, sea capaz de decir "no" al alcohol.

El abuso del alcohol debe convertirse en un tema de debate político. Los autores de "Generación Vodka" reclaman medidas drásticas, como la prohibición del alcohol en los espacios públicos, que las gasolineras no puedan vender alcohol pasadas las diez de la noche, precios más elevados para las bebidas de alta graduación e indicaciones sobre los riesgos en las etiquetas de las botellas. Se trata de lanzar una señal a la sociedad.

Autor: Sabine Ripperger (EV)
Editor: Emilia Rojas