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"G-8: club empolvado''

Pablo Kummetz10 de julio de 2008

Los comentaristas analizan hoy la cumbre del G-8 en Japón, recomendando desde su ampliación hasta su abolición.

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G-8: los jefes de Estado y de gobierno plantando árboles.Imagen: AP

Como plantar un árbol

LA STAMPA, Turín: "Allí estaban, en sus trajes de cumbre y ante las cámaras hacían como si fueran a plantar un árbol. De esa forma quería documentar su compromiso para con el medio ambiente y contra el cambio climático. Poco diestros se mostraron los jefes de gobierno y Estado de los ocho países industriales más importantes a la vista de por lo menos dos mil millones de telespectadores, que seguían sus actividades en forma más o menos desatenta. En la realidad, sus actividades a favor de la ecología y el clima tienen escasos resultados. Es más, podría decirse que es tan ridículo como plantar árboles vestidos con trajes oficiales. Y si por quedaran dudas, basta con leer la declaración oficial, llena de lugares comunes, pero pobre en hechos. Ello demuestra cuán inútiles, por no decir dañinas, son estas cumbres."

Magros resultados

DE VOLKSKRANT, Amsterdam: "Los escasos resultados arrojan nuevamente la pregunta de si el G-8 en su actual composición es realmente el foro adecuado para dialogar sobre los tan diferentes problemas en el mundo. Países como China, India y Brasil se han transformado en grandes actores. Sin un aporte de su parte, las conversaciones sobre cuestiones monetarias, los precios de la energía o el cambio climático tienen poco sentido. Todo habla a favor de transformar al G-8 en un G-12 o G-13. Pero ello sólo es posible si también se pasa la escoba por otros clubes empolvados, como el Banco Mundial. Pero también en ese caso no son de esperar milagros, pues un grupo ampliado tampoco es garantía de que se llegue a tomar decisiones."

Mucho que desear

NEUE ZÜRCHER ZEITUNG, Zúrich: "Desde el punto de vista del contenido, la cumbre dejó mucho que desear. Ello no se debió a una falta de voluntad para cooperar por parte de los jefes de Estado y de gobierno del G-8, sino más bien al evidentemente anticuado formato de la cumbre. Los países industrializados se preocupan, con razón, por el abastecimiento de petróleo del mundo, pero en la cumbre no estaban representados los más importantes productores de petróleo. El debate sobre el clima dejó en evidencia cuán problemática es la composición del G-8. Todo parece indicar que en un futuro próximo deberá llegarse a un acuerdo acerca de un formato nuevo, que tenga más en cuenta las realidades globales económicas y políticas.

Decisivos serán los próximos años

DIE WELT, Hamburgo: "Absurdo hubiera sido que en Japón se hubiesen aprobado acuerdos vinculantes con respecto a las emisiones de CO2 y luego –como sucedió luego de la cumbre de Heiligendamm— en el intento de llevarlos a la práctica concretamente, en la fabricación de automóviles o las centrales carboeléctricas, todo marchara en la dirección contraria. Decisivo serán los logros que alcancemos en los próximos años. Lo esencial es ahorrar energía, ya por cálculo económico. Y en ese sentido es efectivamente de saludar que de los Estados Unidos –también por interés propio—provengan nuevamente señales positivas."