Francois Fillon, la conciencia social de Sarkozy
17 de mayo de 2007
El nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su primer ministro, Francois Fillon, constituyen una mancuerna experimentada. Durante la campaña, Fillon, de 53 años de edad, fue el asesor principal del flamante mandatario.
En ese tiempo, el antiguo ministro de Trabajo y Educación ganó fama como la presunta consciencia social de Sarkozy, quien de hecho es un promotor de reformas liberales en la economía. Será él quien tenga a su cargo este conjunto de cambios, bajo la consigna de no provocar demasiadas protestas por parte de los sindicatos.
Socio silencioso
Fillon es más que perfecto para el puesto, dijo Sarkozy acerca de su asesor, quien estuvo involucrado de manera profunda en gran parte de la plataforma electoral. En muchos de los eventos encabezados por el actual presidente, era Fillon quien aparecía a su lado, principalmente en silencio. Si se habla de temperamento, puede decirse que es la contraparte serena del hiperactivo Sarkozy. Al parecer, nada cambiará en este reparto de funciones. Todo indica que el presidente actuará en la rutina como un "súper jefe de gobierno".
En su libro "Francia puede soportar la verdad", Fillon propuso un sistema hecho a la medida de su jefe de Estado. Puede agradecer que Sarkozy no tomara al pie de la letra cada una de sus sugerencias: una de ellas era, precisamente, la de eliminar el puesto de primer ministro.
Enemigo acérrimo de Villepin
La circunstancia de suceder en el cargo a Dominique de Villepin puede ser vista por Fillon como una indemnización, pues su antecesor lo separó del gobierno en 2005. Fillon, que entonces pertenecía al círculo cercano a Jacques Chirac, se alió con el rebelde Sarkozy, a quien separa una profunda enemistad con Villepin.
Fillon comenzó su carrera política en 1981. Con 27 años de edad ganó un mandato parlamentario por el movimiento neogaullista RPR. Con ello se convirtió en el legislador francés más joven. En 1999 había fracasado en su intento por conquistar el liderzago de su partido, y perteneció al grupo fundador del derechista UMP, dirigido por Chirac.
Tras su éxito con la reforma al sistema de pensiones en 2003, Fillon "se quemó" en su siguiente proyecto: como ministro de Educación, intentó en 2004 paliar las falencias de los alumnos en la materia de lengua francesa. Recurrió a los métodos de la "vieja escuela": la escritura de dictados y el aprendizaje de memoria de poemas. La cura estaba, a su parecer, en un núcleo de dinámicas destinadas a reforzar la lectura, la escritura y la aritmética.
Protesta estudiantil
La reforma propuesta causó reacciones en la clase estudiantil. 100.000 alumnos manifestaron su inconformidad. Pero ahora, con el enérgico Sarkozy, Fillon tendrá un apoyo más vehemente que con Chirac. Al mismo tiempo, contará con un margen de maniobra aún menor que el que tenía Villepin: Sarkozy ha dejado muy en claro que será él quien siga de cerca y dé rumbo al desarrollo cotidiano de la política.
El primer paso lo dio con la conformación del gabinete, asunto tradicionalmente encargado al jefe de gobierno. El ex primer ministro socialista, Lionel Jospin, apuntó que a Fillon le quedará únicamente cumplir un papel de director de gabinete. Si las reformas fracasan, el hombre de las cejas tupidas podrá sonreír, pues no será él quien se encuentre en medio del fuego cruzado.