1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Francia refuerza lucha contra el islam radical

Andreas Noll
3 de diciembre de 2020

Gérald Darmanin, ministro francés del Interior, ha anunciado una "acción masiva y sin precedentes contra el separatismo". Más de 70 mezquitas y lugares de oración serán controlados y, de ser necesario, clausurados.

https://p.dw.com/p/3mCgn
Türkei Istanbul | Proteste gegen Frankreich
Imagen: AP/picture alliance

Cuando en Francia se debate sobre el peligro del islam político, enseguida se habla de "separatismo islamista". Se trata de un concepto acuñado a principios de este año por el politólogo Bernard Rougier, quien, en su superventas titulado Los territorios conquistados por el islamismo, habló de la propaganda de los imanes radicales e identificó barrios de todo el país que estarían en manos de los islamistas.

Ya en primavera, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró prioritaria en su política la lucha contra los ideólogos radicales. A principios de octubre, finalmente dedicó un discurso a este reto: "No eludimos el hecho de que hay un islam radical en Francia", dijo Macron, "un islam que banaliza la violencia y socava los valores de la República". Y, de forma autocrítica, Macron agregó: "Nosotros mismos hemos permitido nuestro separatismo. Nuestra República ha permitido la formación de guetos, las aglomeraciones urbanas en condiciones de miseria".

"Ley contra separatismos"

Para poner remedio a esta situación, Macron quiere cerrar escuelas radicales de Corán, formar a imanes en Francia y reglamentar la financiación de asociaciones y mezquitas islamistas, sobre todo la ayuda financiera procedente del exterior. El presidente encargó a su Ejecutivo elaborar una "ley contra los separatismos". La ley, pensada para combatir también el odio en Internet, ya está en su recta final. El miércoles 9 de diciembre de 2020 se discute en el Consejo de ministros. Entre otras cosas, se prohibirá que los progenitores saquen a sus hijos de las escuelas públicas para educarlos en casa, como hasta ahora se hacía de manera habitual en algunos barrios.

En paralelo a la elaboración de la ley, el Gobierno de Macron quiere demostrar capacidad de negociación. Tras la decapitación del profesor de Historia Samuel Pety por parte de un islamista, arreció la presión. El ministro del Interior, Gérald Darmanin ,anunció via Twitter controles extensivos en las mezquitas. Según datos del ministro, hay 76 mezquitas y otros lugares de oración sospechosos de promover el separatismo. Al final del proceso, podría producirse el cierre de algunos de estos centros.

Frankreich I Minister I Gerald Darmanin
Gérald Darmanin, ministro francés del Interior. Imagen: Ludovic Marin/AFP/Getty Images

Centros sospechosos repartidos por el país

En Francia funcionan 2600 lugares de oración y mezquitas, así que tan solo una minoría está bajo la lupa del Gobierno. Esos 76 centros sospechosos se encuentran repartidos por todo el país. Según un informe citado por Le Figaro, en la región de París hay 16. El resto se reparten entre otros departamentos.

Entre todos ellos, las autoridades han identificado 18 lugares de rezo especialmente sospechosos. El informe alude a una mezquita que ha ignorado la orden de cierre del alcalde responsable. Otra cerró oficialmente sus puertas, pero continúa su actividad de forma ilegal. En varias mezquitas habrían predicado imanes sospechosos de terrorismo, que son vigilados por los servicios secretos.

Control religioso en un Estado laico

Nunca hasta ahora en la historia francesa hubo tal campaña de vigilancia de mezquitas por parte de un Estado laico, que tradicionalmente se mantiene al margen de los asuntos religiosos. Las comunidades religiosas islámicas serán controladas con mayor rigor. Al igual que ocurre en otros países, la organización de los musulmanes en asociaciones sin un liderazgo central dificulta ese control. El presidente Macron espera que la organización nacional de asociaciones islámicas firme una "Carta sobre los valores de la República" antes del 7 de diciembre. El documento sería una guía del trabajo de los imanes. La formación de estos últimos estaría supervisada y garantizada en el futuro por un consejo de imanes y sería obligatoria la inscripción en un registro a cuyos datos tendría acceso el Gobierno.

(ms/ers)