1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Finalizaron Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014

23 de febrero de 2014

Rusia despidió los Juegos Olímpicos de Sochi con un espectáculo lleno de fantasía, pero por momentos casi marcial y seguido atentamente por el presidente Vladimir Putin. Alemania ocupó el sexto lugar en el medallero.

https://p.dw.com/p/1BEDQ
La clausura, un espectáculo pleno de fantasía.
La clausura, un espectáculo pleno de fantasía.Imagen: Reuters

Las compañías de ballet Bolshoi y Mariinsky pusieron la danza; Kazimir Malevich y Vasili Kandisnky colorearon el Fisht; Fiodor Dostoyevski, Leon Tolstoi y Alexander Pushkin escribieron la letra; y el circo clásico puso la magia y animó todavía más a un enloquecido público mientras el jefe de Estado ruso contemplaba desde el palco la culminación de su mayestático proyecto personal.

Los Juegos de Sochi ya son historia, tal como anunció en medio del estadio el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach: "Declaro clausurados los XXII Juegos Olímpicos de invierno de Sochi y, como marca la tradición, llamo a la juventud del mundo a reunirse dentro de cuatro años en Pyeongchang".

Minutos después, un gigante oso polar de peluche sopló con todas sus fuerzas para extinguir la llama olímpica que iluminó el parque los últimos 17 días, poco más de dos semanas de emoción que culminaron como soñaba toda Rusia, con la bandera blanca, azul y roja en lo más alto del medallero.

Impecable gala de clausura

El impoluto estadio Fisht era un clamor en los minutos previos. Aunque había más de un asiento libre, al igual que en la ceremonia inaugural, eso no impidió que la gente uniera sus voces para cantar "¡Rusia!" una y otra vez. Rusia fue un anfitrión orgulloso de sus Juegos y de sus atletas.

"Reflejos de Rusia", espectáculo dirigido por Konstantin Ernst y Daniele Finzi, mostró el espíritu, la cultura y la herencia del país más grande del mundo. Con una gala de clausura impecable, los organizadores se burlaron incluso de sí mismos al recuperar el recuerdo del único error de la ceremonia de inauguración, cuando uno de los copos de nieve que debía transformarse en uno de los cinco aros olímpicos no se abrió.

JOV (dpa, reuters)