Eche un vistazo a la versión beta de dw.com. ¡Y eso no es todo! Su opinión puede ayudarnos a mejorarla.
Protesta ante la Embajada Colombiana en Ciudad de México
En su opinión, ¿cómo debería manifestarse una disposición a negociar por parte del gobierno colombiano? Los presidentes colombianos anteriores no tuvieron demasiado éxito conversando con la guerrilla. También por ello llegó al poder el presidente Uribe con su política de mano dura; buena parte de la población colombiana apoya la política de su presidente…
Yo tomaría eso como un rumor. En Colombia no se puede hablar de libertades democráticas, y por ello tampoco se puede decir que el resultado de las elecciones refleja la aceptación de un partido entre la población. La participación electoral ronda el 40% en Colombia, y la presión militar es tan alta en ciertas regiones, que no puede hablar de elecciones libres.
No se trata tampoco de si los presidentes anteriores fracasaron o no; no hay ni un solo ejemplo de que una guerra civil pudo nunca haber sido controlada por la presencia masiva del aparato militar, como lo hace Colombia –contra las FARC, el ELN y otras organizaciones guerrilleras- desde hace 50 años con apoyo de la mayor fuerza militar del mundo, los Estados Unidos. Y no lo logra. Por ello no existe otro camino que la negociación.
Bajo Uribe se han incrementado los gastos, la situación económica del país ha empeorado y el balance de los derechos humanos ha empeorado. El paramilitarismo –según los informes de algunas organizaciones humanitarias- no ha sido desmontado, sino que sus hechos criminales han quedado impunes. Esta es una situación que no es comparable a la de ningún país latinoamericano. El punto es en qué medida las clases altas del país estarán dispuestas a sentarse a negociar, sin que haya cambios estructurales en el país entero.
Las FARC se financian mediante el narcotráfico y la industria del secuestro. Según informes de la prensa, en las computadoras incautadas en el campamento que atacaron las fuerzas colombianas en Ecuador se encontró información que prueba que el presidente Chávez apoya a la guerrilla colombiana…
Eso es falso y es una mentira propagada por la propaganda de Uribe. En la página 18 del informe de Interpol se asevera que después del día en que fueron encontradas las computadoras, 54.000 mil archivos han sido manipulados. Este informe tampoco dice nada acerca del contenido de esos archivos; toda la información acerca del contenido procede de los Servicios de Inteligencia Colombianos y del presidente estadounidense, George W. Bush. Tampoco se ha comprobado si las computadoras fueron encontradas en el campamento, lo único que les consta es que después de cierta fecha los archivos fueron alterados.
En lo que atañe a las FARC y el narcotráfico se ha comprobado que apoyan los plantíos de coca, que los acepta en sus territorios y que cobra impuestos. Todo el resto no le consta a nadie, no se ha dado el caso todavía de que alguien de las FARC haya sido sentenciado por narcotraficante. Entretanto se ha sentenciado a más miembros de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá que a miembros de las FARC. Por otro lado, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso confesó haber financiado sus actividades con el narcotráfico y las organizaron todo con el visto bueno del Ejército y el gobierno colombiano. Es decir, hay pruebas de que gobierno y ejército colombiano han estado involucrados en el narcotráfico y en las violaciones a los derechos humanos.
Una violación a los derechos humanos es que las FARC mantengan cautivos a tantos rehenes…
De la misma manera se encuentran cientos de inocentes en las cárceles colombianas, se trata de un conflicto armado. Estamos frente a un conflicto bélico, hay muchos miles de familiares organizados de manera civil y legal que en Colombia están en prisión o que son asesinados anualmente. De la manifestación en contra de los paramilitares a comienzos de marzo hasta hoy han sido asesinados 8. Que el paramilitarismo es un brazo del gobierno no es un secreto para nadie. Human Rights Watch, una organización de derechos humanos bastante conservadora, califica el paramilitarismo como “la sexta división del ejército colombiano” y habla de que éste se encuentra absolutamente integrado en las estructuras estatales.
Volviendo al cambio en la postura del presidente Chávez: ¿por qué se da ésta justo después de la muerte de Marulanda?
Todo cambio en la directiva de una organización ofrece la posibilidad de volver a barajar las cartas. Se trata ahora de aprovechar las nuevas oportunidades; a ello se debe ese llamado de Chávez a liberar a los rehenes y a abrir el camino a las negociaciones. El problema principal es el gobierno colombiano, y en el continente americano eso queda claro. Si uno no sigue la prensa europea –que muchas veces tiene información errónea- o la prensa colombiana fiel al gobierno sino la prensa de todo el continente latinoamericano, se dará cuenta que el presidente Uribe se encuentra completamente aislado. Y que aparte de Perú nadie lo apoya. Cuando Colombia bombardeó a Ecuador no hubo ningún país que la apoyara. Los países latinoamericanos le exigen dar pasos para hacer posibles las negociaciones.
¿Usted no ve en la nueva postura del presidente Chávez una maniobra para distraer la atención de los problemas internos? Según la prensa internacional, el presidente se confronta en este momento con su propio pueblo…
Si la información proviene de la prensa internacional, permítame decirle que ésta es un chiste. Lo único que hace es copiar lo que escribe los grandes periódicos nacionales. Debería preguntar con mayor seriedad. Las elecciones que hubo ratificaron a Chávez en el cargo con porcentajes que ningún otro presidente ha obtenido en América Latina. No existe motivo para dudar del apoyo a Chávez, según las últimas encuestas –también de opositores- el presidente venezolano cuenta actualmente con el apoyo del 60% de la población.
Páginas 1 | 2 | Artículo completo