Exministro colombiano pide asilo en Estados Unidos
15 de agosto de 2014
El exministro de Agricultura del expresidente y actual senador Álvaro Uribe, Andrés Felipe Arias, pidió asilo en Estados Unidos, tras abandonar Colombia poco antes de que se dictara una condena de 17 años y 5 meses en su contra. Arias fue hallado culpable de la entrega de subsidios a empresarios acaudalados, una causa donde también fue acusado de firmar contratos sin cumplir con los requisitos legales.
La Fiscalía General de Colombia informó este viernes (15.08.2014) de la solicitud, la que según la Dirección de Asuntos Internacionales de la Fiscalía se deduce de una comunicación de Estados Unidos en la que autoridades de ese país preguntan por el proceso judicial de Arias, pues éste aseguró ser un “perseguido político”. Además de la prisión, la Justicia le impuso una multa de más de 15 millones de euros.
De acuerdo a información obtenida por la Fiscalía, el exministro pidió asilo el 7 de julio en Miami, tres semanas después de haber arribado a territorio estadounidense. Arias salió de Colombia en junio, cuando la prensa publicó informaciones sobre un inminente fallo por parte de la Corte Suprema de Justicia en relación con su caso, fallo que ya se sabía que sería negativo para Arias. Entonces vendió su apartamento en Medellín y se fue.
Benefició a millonarios
El político, que no podrá volver a ser empleado o establecer contratos con ninguna institución del Estado, fue dejado en libertad en julio de 2013, cuando una magistrada del Tribunal Superior de Bogotá consideró que, tras haber estado 23 meses en prisión, Arias no representaba un “peligro para el proceso” que se llevaba en su contra, el que duró en total tres años. Aprovechando la ocasión, Arias abandonó Colombia sin informar a las autoridades, lo que es obligación para quienes gozan de beneficios penales.
El caso que involucra a Arias se refiere a un programa puesto en marcha por el gobierno de Uribe a través del Ministerio de Agricultura, llamado Agro Ingreso Seguro, con el objetivo de otorgar subsidios y créditos blandos para el riego de cultivos. La polémica comenzó cuando la prensa denunció que gran parte de los recursos terminó en manos de acaudalados empresarios del sector agropecuario, mientras que los pequeños agricultores quedaron marginados.
DZC (dpa, El Tiempo, El País)