Ex líderes etarras en prisión llaman a ETA a poner fin a la lucha armada

Los ex dirigentes de ETA Carmen Gisasola y Joseba Urrosolo Sistiaga, en prisión por varios atentados terroristas, llamaron al grupo armado vasco a poner fin a la lucha armada, como única solución posible al conflicto en esa región del norte de España. "El fin de la lucha armada es la llave que hay que girar para abrir una nueva etapa", señalan ambos ex etarras en una carta escrita desde la cárcel de Zuera, cerca de Zaragoza, y publicada hoy por varios diarios vascos.

La misiva se refiere a la iniciativa lanzada por la izquierda separatista vasca hace escasas dos semanas en la que proponía un nuevo proceso de negociación entre el gobierno español y ETA "en ausencia total de violencia". La propuesta fue rechazada tanto por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero como por el conservador Partido Popular (PP), la principal fuerza de oposición. "Cuando se habla de 'nuevos instrumentos políticos' se está queriendo decir que hay que dejar de utilizar el que ya no sirve: la lucha armada", sostienen Gisasola y Urrosolo Sistiaga, al tiempo que exhortan a ETA a integrarse en un frente político, pero no como líder, sino como "un vagón más".

Urrusolo Sistiaga, conocido como "el terrorista de las mil caras", fue detenido en enero de 1997 en Francia tras vivir casi 20 años en la clandestinidad dedicado a la lucha armada. Miembro de los comandos terroristas "Madrid" y "Ekaitz", fue expulsado de ETA por las críticas lanzadas a la organización desde la cárcel. Lo mismo ocurrió con Carmen Gisasola, quien hasta su detención en noviembre de 1990 fue miembro de la cúpula de ETA y jefa de los llamados comandos "liberados", aquellos que están a sueldo del grupo armado. Anteriormente, había pertenecido a los comandos terroristas "Gorrotxategi" y "Vizcaya".

En una primera reacción, la izquierda independentista vasca cercana a ETA consideró hoy que las "reflexiones" de Urrusolo Sistiaga y Gisasola, son "una aportación más" en la actual etapa, al tiempo que criticaron que otros reclusos de la organización -que califica como "presos políticos"- no tengan "el mismo altavoz mediático" que los discrepantes. dpa