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Eurosur, el nuevo mecanismo de control migratorio

Enrique López Magallón11 de octubre de 2013

El nuevo sistema de vigilancia fronteriza Eurosur, creado por el Parlamento Europeo, cerrará el paso a inmigrantes y refugiados que traten de llegar por mar al Viejo Continente, y es objeto de críticas.

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Imagen: Desiree Martin/AFP/Getty Images

Para Cecilia Malmström, la Comisaria de Asuntos de Interior en la Comisión Europea, el European Border Surveillance (Eurosur) llega justo a tiempo y ayudará a salvar vidas. Este sistema de vigilancia fronteriza podría evitar catástrofes como la ocurrida recientemente ante la costa de Lampedusa, donde perdieron la vida cientos de personas. Según ella, Eurosur, que se instalaría en el Mediterráneo, podrá ayudar a ubicar barcas con inmigrantes en peligro de naufragio.

Sin embargo, el Eurosur no fue planeado ni se llevará a la práctica como consecuencia de la tragedia frente a las costas de Italia, y el hecho de que ahora se vote a nivel parlamentario sobre su puesta en práctica no tiene nada que ver con eso. El proyecto Eurosur nació en 2008, y en diciembre comenzará a operar. Por eso, el Parlamento de la Unión Europea tiene que darle luz verde.

Política para refugiados: nada nuevo bajo el sol

En realidad, Eurosur fue concebido con el objetivo de cerrar aún más las fronteras de la Unión Europea a los inmigrantes. “Eurosur sirve para combatir la inmigración ilegal”, aseveró la diputada europea de Los Verdes, Ska Keller, “y no para ayudar a personas en peligro de naufragio, como se lo presenta”.

Hasta el momento, las fronteras exteriores de la Unión Europea abarcan casi 15.000 kilómetros, y son controladas, sobre todo, por los servicios fronterizos de los países miembros, apoyados por las tropas europeas Frontex. Casi en cada país hay dos o más ministerios que se ocupan de asegurar los límites: ministerios del Interior, de Defensa, de Protección Costera. Junto con autoridades europeas, unos 50 organismos trabajan para evitar la inmigración ilegal. Eurosur es el organismo que centraliza a todas esas instancias a través de un sistema de comunicación unificado y de satélites, además de aviones no tripulados (drones). El Parlamento Europeo planea invertir alrededor de 340 millones de euros en el Eurosur en los próximos nueve años.

Imigrantes africanos llegan a la costa de Lampedusa, Italia. (Archivo).
Imigrantes africanos llegan a la costa de Lampedusa, Italia. (Archivo).Imagen: picture-alliance/ROPI

A la caza de narcotraficantes y tratantes de personas

En lugar de patrullar con botes, el Mar Mediterráneo será vigilado desde el aire. Así se pesquisará la presencia de navíos sospechosos en sus aguas, lo cual funciona sin interrupciones e independientemente del tiempo climático. Todas las informaciones recabadas desembocan en Eurosur. “No se trata de echar a inmigrantes ni a refugiados”, explica el diputado europeo conservador Markus Ferber, “sino de dificultarle las cosas a las bandas de tráfico de personas o de drogas, y eso debe ser una tarea conjunta”.

Sin embargo, las consecuencias para refugiados e inmigrantes de países pobres o en guerra son las mismas: para ellos será mucho más difícil –y muy probablemente mucho más peligroso- llegar a Europa. Pero si llegasen a correr peligro de naufragar, tendrán más posibilidades de ser salvados. “Creo que eso se da por descontado que este sistema ayudará a rescatar a personas en peligro”, asegura Ferber.

Muchas dudas sobre Eurosur

A pesar de esas perspectivas, las dudas acerca de Eurosur persisten. Se considera que un barco está en peligro de naufragar cuando es incapaz de realizar maniobras o cuando el motor o el sistema de navegación están descompuestos. En tanto pueda navegar, no se lo considera en peligro. Eso no incluye el peligro de que una embarcación demasiado frágil y pequeña soporte las tormentas, ni tampoco si los pasajeros cuentan con suficientes provisiones. Hace dos años, un bote con 72 personas, cantidad que superaba la capacidad del navío, pidió ayuda, no solo se le acercaron barcas de pescadores, sino la misma guardia costera italiana y hasta un helicóptero de la OTAN, quienes llevaron agua y alimentos a los pasajeros. Dos semanas más tarde, el bote fue hallado frente a la costa de Libia. Los 72 pasajeros continuaban con vida.

La diputada verde en el Parlamento Europeo Ska Keller.
La diputada verde en el Parlamento Europeo Ska Keller.Imagen: picture-alliance/dpa

Ayuda para 72 pasajeros

Por eso, los diputados verdes en el Parlamento Europeo exigen que el rescate de personas se incluya de manera explícita en el catálogo de tareas de Eurosur. Después de todo, argumentan, es una gran diferencia si un bote patrullero está equipado para ayudar a seres humanos o para negarles la llegada. “Queremos que el salvataje en caso de naufragio sea un claro objetivo de Eurosur”, subraya la diputada europea verde Ska Keller, “a fin de que se pongan a disposición los instrumentos necesarios para el rescate y haya una cooperación más sólida que la que existe actualmente”.

Sin embargo, la demanda fue rechazada por la mayoría del Parlamento Europeo. El diputado Markus Ferber piensa que definir así la tarea de rescate podría llevar a algunos inmigrantes a esperar ser detectados por Eurosur y transportados por Frontex: “El modelo europeo no puede implicar que quien logre llegar a las costas europeas tiene derecho a obtener un permiso de estadía en la Unión Europea. Con eso continuaríamos el perverso modelo de negocios de las bandas de trata de personas, y eso no puede ser una tarea de la política europea”.

Autor: Alois Berger/ CP

Editor: Enrique López