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España y Chile combatirán juntos los “secuestros virtuales”

3 de febrero de 2017

La Policía Nacional Española y la Policía de Investigación (PDI) chilena estudian la creación de grupo especial en lucha contra los secuestros virtuales, después de detectar que este delito repunta.

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Imagen: Getty Images/AFP/C. Reyes

"Son llamadas telefónicas que hace un recluso desde un centro penitenciario de Chile. Buscan sus víctimas al azar o a través de la información que hay en internet. Entonces llaman a la familia, les dicen que tienen a un familiar secuestrado y proceden a solicitar dinero en efectivo mediante un giro", explicó Luis Tapia, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI.

El delito surgió en Chile por primera vez en 2014 y dio el salto a España al año siguiente. Desde entonces, cada febrero toma especial relevancia, lo que ha provocado que ambos países se planteen aunar esfuerzos.

"Se valora la posibilidad de crear un equipo conjunto de investigación porque hay que actuar muy rápido. Si se realiza el pago, en nada de tiempo se ha cobrado y ya es casi imposible detenerlos", opinó Raúl Fernández Vicente, inspector de la Policía Nacional española.

Fernández indicó que el perfil de las víctimas elegidas por los delincuentes ha cambiado en los dos últimos años. "Al principio podía ser cualquiera, luego a través de varias campañas que hemos realizado en España en medios de comunicación, la población ha ido concienciándose y el objetivo se desplazado hacia las personas más mayores porque manejan menos los medios tecnológicos", comentó.

Los dos policías indicaron que una vez que el recluso consigue que la familia del supuesto rehén pague, avisa a un familiar o conocido para que recoja el dinero, aunque inciden en que ser cómplice también es delito.

El comisario chileno destacó que la premura entre ambos cuerpo es clave para que, en cuanto en España tengan conocimiento de la estafa, avisen a la PDI y estos actúen.  "La idea es que la coordinación sea mucho más inmediata. Esperamos que en un momento determinado, cuando se cometa este delito, tengamos la información y podamos identificar al que cobra, detenerle y averiguar qué recluso está detrás de todo", concluyó. efe