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“En el pasado fueron los judíos, hoy son los refugiados”

12 de septiembre de 2016

La aprobación del AfD crece a pesar de los escándalos internos de sus líderes políticos. Algo típico en partidos populares de derecha, opina el politólogo Hajo Funke, en entrevista con DW.

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Imagen: Reuters/H. Hanschke

DW: Profesor Funke, el partido político de derecha “Alternativa para Alemania” (AfD) crece y prospera. Aún cuando éste se desacredite permanentemente por sus propias disputas internas. ¿Por qué es el AfD inmune a sus propios escándalos?

Funke: Esto no es atípico en partidos populares de derecha. Quieren simplemente ganar, sin importar el precio. La esencia del populismo de derecha no es: nosotros representamos al pueblo, así como nosotros lo definimos, sino más bien: nosotros tenemos las soluciones, aunque en realidad no tenemos ninguna; nosotros atacamos a quienes identifiquemos como chivo expiatorio, como por ejemplo el islam o los inmigrantes.

Antes eran los judíos, hoy son los refugiados. No existe ninguna orientación, ningún entendimiento pragmático real, tan solo existe un enemigo en común, un infundado caos. El clímax del congreso del AfD fue el mensaje que dejaron: el islam es nuestro enemigo, sin peros ni condiciones. El partido hasta expresó que el islam es inmune al aprendizaje, por lo que no les interesa instruirla. Así, el AfD necesita al islam como un enemigo puro al cual atacar y provocar. Este tipo de lógica de enemistad termina destruyendo a la comunidad.

El partido tiene ahora escaños en el Parlamento Europeo y nueve en parlamentos regionales. ¿Qué tanto durará el auge del AfD?

Se puede afirmar que la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) ha sido, dada la oportunidad, un partido populista de derecha. Ahora, desde hace un año y un día, es sistemáticamente populista de derecha. Seehofer, el líder de la CSU, ha sido una especie de padrino para el ascenso del AfD. Mientras que las acciones de Seehofer no sean contraatacadas por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), seguiremos teniendo un juego sucio entre los líderes del AfD y Seehofer. En alguna ocasión puede que el líder de la CSU llame al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para que actue como su testigo principal. Esto es, entonces, el doble peligro de un hostil y reticente populismo de derecha.

¿Cuál es trasfondo ideológico e intelectual de los líderes del AfD?

Yo defiendo la tesis que el “centro dinámico” –véase el congreso del partido– esta formado por el ala radical. Esto se puede ver en la no exclusión de la asociación del partido del estado federado de Sarre con sus contactos con la extrema derecha. Ahí bloquea el ala radical. Políticos del centro dinámico del partido, como Gauland, Höcke y Homburg, tienen una clara orientación racista. Es decir, luchan por una nación alemana étnicamente pura. Y quienes muestren ser moderados son, hasta cierto punto, relegados de dicho centro dinámico.

Oficialmente, mantienen cargos de dirección u otras funciones administrativas, pero como un partido de movimiento, es más decisivo ver lo que sucede en la “agitación dinámica”. Ahí tenemos los discursos racistas de Höcke, los que demostré en 20 páginas basándome en citas. Y lo vemos en el congreso del partido. Los delegados se entusiasmaron cuando alguien del estado de Turingia dijo: “Hay gente con quienes podemos buscar el diálogo como musulmanes”. Pero fue abucheado. Esto demuestra el grado de agresividad que había en el congreso; cualquier forma de diferenciación era ignorada.

El politólogo alemán, Hajo Funke
El politólogo alemán, Hajo FunkeImagen: picture-alliance/dpa/T. Brakemeier

El nuevo enfoque de la derecha es la islamofobia. ¿Quiere el AfD restringir la libertad de religión y por ende violar la Constitución?

En la manera en que lo expresas es, por supuesto, inconstitucional. Con ello, el partido llegaría a los límites posibles en el Tribunal Constitucional Federal. Si llegasen tan lejos, el AfD crearía tal escalada de tensión que pondría en riesgo la coexistencia pacífica.

Encuestas han encontrado que un estable 15 por ciento ha estado con el AfD durante un largo tiempo. ¿Han perdido los partidos convencionales completamente el contacto con sectores de la población?

Si, un 15 por ciento de la población tiene una débil relación con los partidos convencionales, por decirlo en palabras suaves. Los partidos están obligados a analizar qué motiva al electorado; en muchos casos son motivos de pura desilusión, de alienación política, dando como resultado una gran abstención, por razones obvias.

Por ejemplo, existen muy pocos programas sociales en las regiones, en los pueblos, en la población rural. Mucho está centralizado, como en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Ahí, reformas regionales, ya implementadas, obligan a la gente a manejar 60 kilómetros para recibir un testamento vital de un juzgado municipal. Algo así incita a una rabia profunda, que es después abordada y canalizada por el AfD.

Hans-Joachim "Hajo" Funke es un politólogo alemán. Entre 1993 y 2010 fue profesor emérito del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Libre de Berlín. Funke es uno de los investigadores líderes en Alemania sobre el extremismo de derecha. Su estudio más reciente, principalmente sobre el AfD, titula “Sobre ciudadanos enfurecidos e incendiarios”.