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Elecciones bávaras: luchas de poder y ascenso verde

Maximiliane Koschyk
12 de octubre de 2018

Las próximas elecciones regionales podrían suponer el fin del Gobierno en solitario en Baviera del partido conservador CSU, aliado de la CDU de Merkel. Los resultados tendrán influencia también a nivel nacional.

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Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gebert

Las elecciones del próximo 14 de octubre de 2018 en el estado federado de Baviera suponen algo más que la elección de un nuevo Parlamento en esta región del sur de Alemania. Baviera podría decidir dar un golpe de timón histórico que no pasará desapercibido en Berlín, donde tiene su sede el Gobierno de todo el país.

La CSU bávara: una curiosidad política

Todo esto tiene que ver con los democristianos bávaros, el partido CSU, habitual aliado de la CDU, que lidera la canciller, Angela Merkel. Para los observadores externos, el partido conservador CSU es una especie de curiosidad. Lleva gobernando en Baviera más de seis décadas casi exclusivamente en solitario.  A la CSU solo se la puede votar en Baviera, pero la formación bávara también está representada en Berlín. En las elecciones generales de 2017, la CSU obtuvo un 6,2 por ciento de los votos de toda Alemania, por lo que superó el límite del 5 por ciento necesario para ingresar en el Bundestag o Parlamento alemán. En esta cámara de representación, los partidos CSU y CDU conforman juntos un único grupo parlamentario. 

Las elecciones bávaras son las primeras regionales que tienen lugar después de la configuración del cuarto gabinete de Angela Merkel y supondrá una reflexión de hasta qué punto trabajan bien juntos los partidos en Berlín. El primer ministro bávaro, Markus Söder, ha dicho que a los votantes bávaros poco les importa la política nacional, pero las encuestas demuestran lo contrario. Y eso es algo que afecta sobre todo a la CSU, que forma parte de la actual coalición de Gobierno federal, con tres ministros en el actual Ejecutivo de Merkel.

La competencia no se duerme en los laureles

¿Cuáles son los dos principales contrincantes de la CSU en la contienda electoral bávara? Por un lado, el partido populista de derechas AfD o Alternativa para Alemania, que se ha propuesto en las elecciones bávaras y en las próximas de Hesse, dentro de dos semanas, ingresar en los dos últimos Parlamentos regionales en los que aún no cuenta con representación. Por otro lado están Los Verdes, que se han puesto como objetivo acabar con la mayoría absoluta de la CSU y asumir en mayor o menor medida responsabilidades de gobierno.

CSU-Parteitag und Wahlkampfkundgebung
A la izquierda, Mark Söder, actual primer ministro de Baviera. A la derecha, Horst Seehofer, líder de la CSU bávara y ministro alemán del Interior. ¿Matrimonio mal avenido?Imagen: picture alliance/AP/M. Schrader

Las encuestas otorgan unos resultados tan pobres a la CSU, que ceder parte del Gobierno bávaro a otras formaciones políticas sería el menor de los males del partido. Si hace cinco años obtuvo prácticamente la mitad de los votos de los electores, los sondeos le auguran casi un tercio en estas elecciones.

¿Quién tiene la culpa de la baja popularidad de la CSU?

La culpa de la baja popularidad del partido la tiene, por un lado, la lucha de poder interna en la CSU entre el presidente del partido, Horst Seehofer, que a su vez es ministro del Interior de Merkel en el Gobierno federal, y el primer ministro bávaro, Markus Söder. Durante la campaña electoral, ambos parecieron competir lanzando tesis populistas, en un intento de recuperar votos que podrían ir a parar a la formación populista de derechas AfD. 

Por un lado, Söder dijo hace poco: "A la derecha de la CSU no debe existir ninguna fuerza democrática legítima”. Por su parte, Horst Seehofer, dijo a DW: "No, no estamos virando hacia la derecha. ¿Hacia dónde concretamente?”. Seehofer negó que en la CSU hubiera tendencias populistas: "Somos y seguiremos siendo un partido popular de centro y no otra cosa.” Horst Seehofer tampoco quiere hacerse responsable de la previsible debacle electoral y ha llegado incluso a insinuar un posible culpable: Markus Söder. 

Los Verdes adelantan por la izquierda

Una cosa ya está clara: ni Söder ni Seehofer saldrán vencedores de esta lucha interna de poder. Quien sí sale ganando del revuelto río conservador es el partido Bündnis 90/Los Verdes. Mientras la CSU caía en popularidad en Baviera, Los Verdes alzaban el vuelo en las preferencias de los votantes, así que podrían convertirse en la segunda fuerza más votada en las elecciones. "A mí me parece que la gente en Baviera ya no quiere un Gobierno que trata de aleccionar continuamente y que difunde el odio y la agitación”, dice a DW Katharina Schulze, candidata de Los Verdes a las elecciones bávaras. 

Cuadriga - Baviera vota: ¿problemas para Merkel?

Baviera, tendencia política en Berlín

Pero esta situación no solo se aplica a la política bávara. Otros sondeos muestran resultados similares en toda Alemania. Hay otra tendencia en Baviera que las encuestas ponen de manifiesto: no es precisamente el partido populista de derechas AfD el que se beneficia de la pérdida de votos de los conservadores. Con su eslogan "La AfD es el castigo divino de la CSU”, la AfD ha tratado de conquistar a los votantes desertores de la CSU. Pero esta estrategia parece no haberle funcionado.

La caída electoral de la CSU en las elecciones bávaras podría tener consecuencias nacionales. Se especula con el fin político del presidente del partido, Horst Seehofer, pero también con que el resultado podría amenazar la estabilidad del Gobierno de la canciller, Angela Merkel.

Hesse será el próximo termómetro

Si Seehofer abandonara su cargo como ministro del Interior de Alemania, ese sería el primer cambio personal en el gabinete de Gobierno de Merkel. Como sucesor de Seehofer por parte de la CSU despunta la figura de Joachim Hermann, actual ministro bávaro del Interior. Hermann, por su parte, se toma las cosas con cautela: "Yo no me he postulado para ningún ministerio”, dijo a DW, aunque también aseguró: "Siempre he estado dispuesto a asumir responsabilidades”.

Las elecciones bávaras no son el único reto para el Gobierno en Berlín. Tan solo dos semanas después, el estado federado de Hesse celebrará sus elecciones regionales. Allí las consecuencias para Merkel podrían ser más peligrosas, ya que su propio partido, la CDU, se presenta a la votación. Si Volker Bouffier, candidato por la CDU en Hesse, no resulta reelegido, a la canciller alemana le esperan horas difíciles este otoño en Berlín. 

Autora: Maximiliane Koschyk (MS/ERS)

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