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Un proceso electoral en el que Angela Merkel busca su cuarto mandato consecutivo.
Tema principal de la contienda electoral serán las políticas de refugiados y de inmigración, fuertemente cuestionadas tanto entro como fuera de Alemania.
Debido al largo período de negociaciones para formar un gobierno de coalición tripartita, el Bundestag está frenado, pero recurre a un truco para operar.
Angela Merkel (CDU), debilitada por el electorado, y Horst Seehofer (CSU), aún más magullado por el resultado electoral, encontraron una salida de emergencia, opina Volker Wagener.
La CDU de Angela Merkel, mantendrá por primera vez el 18 de octubre sendas reuniones con el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes, para tantear la posibilidad de formar una coalición de gobierno.
Un estudio de la Fundación Bertelsmann sobre las pasadas elecciones generales revela que los votantes alemanes ya no están divididos entre izquierda y derecha, sino entre defensores y adversarios a la modernización.
En un pequeño congreso realizado en Berlín, el partido ecopacifista decidió aceptar la invitación enviada por los conservadores.
Luego de las elecciones, el Parlamento alemán inicia sus sesiones con más diputados que nunca en su historia. Esto, que suena a un éxito de la democracia, es criticado porque podría costar millones de euros.
La Unión Cristianosocial (CSU) se encuentra en aprietos. Hasta ahora, el partido prácticamente solo conocía las mayorías absolutas. Tras las fuertes pérdidas en las recientes elecciones, la CSU se tambalea.
Angela Merkel perdió muchos votos. Fue castigada por su política para con los refugiados, dicen expertos en demoscopia. Llueven las críticas internas y del exterior y se multiplican las exigencias. ¿Y qué hace Merkel?
El resultado de las elecciones parlamentarias no vuelve más sencilla la política alemana. La formación de gobierno será probablemente un proceso largo y arduo, opina Christoph Strack.
Según datos provisionales, la CDU de Merkel obtuvo un 33 % de los votos y el SPD de Martin Schulz un 20,5 %. Los populistas de derecha de la AfD confirmaron su ingreso al Bundestag con 12,6 %.
Los partidos conservadores fueron los mayores perderos, mientras los liberales regresan al Bundestag. Los socialdemócratas se derrumbaron, Los Verdes se mantuvieron y los populistas de derecha son la tercera fuerza.
Los grandes partidos tradicionales (CDU y SPD) perdieron muchos votos y la derecha populista (AfD) se convirtió en la tercera fuerza política. Ambas cosas están relacionadas, dice el politólogo Hajo Funke.
En Alemania se usan banderas extranjeras e incluso semáforos para describir las diferentes y probables coaliciones. Una posibilidad es la llamada "Jamaica", compuesta por conservadores, liberales y verdes.
El Partido Socialdemócrata (SPD), que de acuerdo con los primeros sondeos a pie de urna obtuvo uno de sus peores resultados, anunció ya que su lugar en el próximo período legislativo estará a la cabeza de la oposición.
La canciller reconoció que esperaba un resultado mejor para su partido, y prometió luchar para reencantar al electorado que esta vez votó por los populistas de derecha.
Sin novedad en Alemania. Angela Merkel seguirá siendo muy probablemente canciller. Los alemanes aman sobre todo la continuidad. En su cuarto período, le aguardan grandes tareas.