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Elección del presidente federal: un golpe para Merkel

1 de julio de 2010

Tres vueltas y nueve horas de votación necesitó Christian Wulff, el candidato de Angela Merkel, para convertirse en presidente federal de Alemania. Un resultado que no beneficia a la canciller, opina la prensa europea.

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La canciller, Angela Merkel, felicita a Christian Wulff.Imagen: picture alliance/dpa

La Stampa, de Roma: "La elección del presidente federal se convirtió en un verdadero golpe para Merkel, que tuvo que esperar hasta la tercera vuelta para conseguir que su candidato se impusiera. Una increíble humillación para la canciller, ocupada ya con un Ejecutivo que se levantó con el pie izquierdo y que no consigue volver al buen camino. En las encuestas cae en picado desde hace semanas. Y ahora el drama de la elección del presidente dura nueve largas horas, la votación se convierte en un thriller […] Con 51 años, Wulff será el presidente más joven de la historia de Alemania, y eso al final de una dura jornada que la canciller tardará en poder olvidar".

Rzeczpospolita, de Varsovia: "Angela Merkel ha pagado caro su empeño por que Christinan Wulff fuera presidente: un parte de su partido se amotinó y en la pelea con su socio de coalición FDP [Partido Liberaldemócrata de Alemania] se ha abierto un nuevo frente. Y no es descartable que el coste vaya a aumentar aún más: la discusión sobre el modo en que transcurrió la elección puede poner en duda la posición de Merkel al frente de la CDU y del Gobierno […] Ha sido un golpe para Merkel que varias decenas de políticos de la coalición gubernamental no siguieran las indicaciones de la directiva y le negaran en dos vueltas el apoyo a Wulff.

El espectáculo de la Asamblea Federal dice también mucho sobre la institución de la elección indirecta. El resultado -como en la UE- se decide a puerta cerrada. Pero esos tratos fracasan a veces, con la consecuencia de que, como sucedió ayer, la inseguridad absorbe a los actores principales. Alemania se enfrenta al debate de si no ha llegado el momento de dejar que el pueblo elija directamente al presidente federal".

Desencanto con la política

Die Presse, de Viena: "Los déficits del hombre que hubiera estado calificado para la cancillería austríaca (buenas relaciones con la prensa sensacionalista y fama de ser 'el sueño de toda suegra'), son otros. Simplemente, no es la clase de presidente que les gustaría tener hoy por hoy a los alemanes. Esto lo demuestran los altos índices de aprobación de los que disfrutó [Horst] Köhler, lo demuestra el entusiasmo que convirtió al contrincante de Wulff, Joachim Gauck, en una especie de 'Obama del Spree'.

Este desencanto con la política es sintomático de otras tendencias similares en Europa: los partidos de masas pierden apoyo en las urnas y afiliados, quienes no votan son el único grupo en crecimiento constante. Horst Köhler tenían tanto apoyo entre la población porque, a pesar de ser de la CDU, no era un hombre de la estructura partidaria y esto lo transmitía verazmente al no librar de las críticas incluso a quienes les debía el puesto".

Posible combustible democrático

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: "[Joachim Gauck] ganó el apoyo de la gente que [Angela] Merkel ha perdido. Y ganar, ganó la comunidad: una transformación recorrió el país durante las semanas que duró la campaña para la elección del presidente federal. La sociedad civil le allanó durante ese tiempo con todas sus fuerzas el camino a Gauck. Ahora se encuentra ante un gran agujero y en ese agujero está, bastante dañado, el nuevo presidente federal Wulff y la castigada canciller. La primera tarea de Wulff va a ser superar el lamento público que produce la derrota de Gauck. Ha de conseguir volver a despertar el entusiasmo popular y el furor que siguió a Gauck y utilizarlo como nuevo combustible para la democracia".

LBM/ dpa

Editor: Pablo Kummetz