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El terror cotidiano

24 de octubre de 2002

Mientras en Estados Unidos fueron detenidos dos sospechosos en relación con la serie de asesinatos perpetrados en Washington, la prensa europea de este jueves comentaba el trasfondo del caso.

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John Allen Mohamed, uno de los sospechosos en poder de la policía.Imagen: AP

El periódico Financial Times, en su edición alemana, afirma que el francotirador de Washington es mucho más que sólo una caso policial "made in USA". El matutino afirma que "aparece como un absurdo prototipo de la amenaza que todo el mundo teme desde el 11 de septiembre: el terror arbitrario y sin sentido, del que cualquiera puede ser víctima, en cualquier momento y lugar, incluso en las inmediaciones de la única superpotencia del mundo. Y ni hablar de Bali o Djerba. No sorprende que entretanto algunos ciudadanos estadounidenses sospechen que la red terrorista de Al Qaeda se oculta tras estos ataques. No existe indicio alguno de tal conexión, pero al menos así los sucesos adquirirían una cierta lógica interna, más fácil de soportar que la inseguridad existencial provocada por un monstruo que se autodesigna Dios".

Fracaso estrepitoso

El País, de Madrid, aborda en su editorial los problemas que quedaron en evidencia en los organismos de seguridad estadounidenses: "En un país movilizado contra el terrorismo, el fracaso de la policía en su intento de identificar y detener al francotirador que tiene atemorizado a Washington y varios Estados vecinos resulta estrepitoso. El asesino ha matado y sembrado el terror, especialmente con su amenaza contra los niños, lo que ha alterado la actividad escolar de 150.000 colegiales en el Estado de Virginia. En una carta supuestamente de su autoría se ha permitido acusar de ineptitud a la policía, por no haber respondido a sus llamadas en seis ocasiones. Los diversos cuerpos de seguridad implicados en la búsqueda del criminal han dado muestras de una preocupante falta de coordinación, empezando por el FBI, a quien se le colaron los pilotos suicidas del 11-S. Mientras, los dos detenidos en relación a este caso han quedado relegados al olvido".

Riesgo estadístico

En Alemania, el periódico Leipziger Zeitung, de la ciudad de Leipzig, critica igualmente la ineficacia del sistema de seguridad estadounidense y comenta: "El Estado norteamericano, con sus especialistas del FBI y un enorme ejército de detectives, no consigue proteger a su propia ciudadanía de un frío asesino. No sorprende que con cada nuevo ataque aumente no sólo el temor de la población, sino también la frustración por la ineficacia de un aparato policial en el que los errores y la incapacidad constituyen la regla y el profesionalismo la excepción... En Estados Unidos, el riesgo estadístico de ser víctima de un asesinato es mayor que en cualquier otro lugar del mundo. El motivo principal radica presuntamente en la libre disponibilidad de armas de fuego".

La amenaza no pende sólo sobre EE.UU.

El diario londinense The Times, subraya en cambio que no se trata de un fenómeno exclusivamente estadounidense: "El francotirador domina la información y está en boca de todos. Opaca las elecciones legislativas del 5 de noviembre, ha restado importancia al debate sobre la situación económica y la salud de la bolsa, e incluso ha relegado a segundo plano el impasse en el Consejo de Seguridad de la ONU en torno a Irak... A este lado del Atlántico existe la tentación de considerar a este sádico francotirador como un fenómeno netamente estadounidense, surgido de una cultura especial u originado por la falta de controles rigurosos de armas. Pero esta postura es errónea. El control de armas, que en el caso de Maryland es estricta, no habría sido obstáculo para este asesino. Gran Bretaña ha tenido sus masacres en Hungerford y Dunblane. Y las amenazas a la normalidad cotidiana penden como una maldición, no sólo sobre Estados Unidos".