El Papa en Francia

Una mezcla enojosa

LE MONDE, París: "Una alfombra roja en el aeropuerto de Orly, una recepción y discursos en el Palacio del Elíseo: la República Francesa desplegará su oro y su pompa en honor del Papa. La recepción tiene su legitimidad. Los tres antecesores de Sarkozy, desde Valéry Giscard d'Estaing, pasando por François Mitterrand hasta Jacques Chirac hicieron lo mismo en honor de Juan Pablo II. Pero a diferencia de sus antecesores, Sarkozy posee una enojosa tendencia a mezclar sus convicciones personales con su papel como protector de la "República laica". Sarkozy recomienda un "laicismo positivo", lo que agrada a Benedicto XVI. Al fin y al cabo, el Papa desea que la Iglesia Católica desempeñe un papel cada vez más activo en la vida y la sociedad."

Cerrado a los grandes procesos

COURRIER PICARD, Amiens: "La visita del Papa en Francia y su reencuentro con Sarkozy despiertan tanta más resistencia cuanto Benedicto XVI se ha creado a lo largo de sus discursos una imagen muy conservadora. Es la imagen de un hombre que se cierra a los grandes procesos de desarrollo de la sociedad. Tanto, que muchos católicos no se identifican ya realmente con este Papa."

Oportunidad para escuchar

LA REPPUBLICA, Roma: "Siete viajes del papa Wojtila a Francia no han tenido ningún resultado. Las iglesias permanecen vacías, muy poca gente acude a las misas, el clero está en vías de desaparecer. (…) El viaje de peregrinación de Benedicto XVI a la Francia del siglo XXI es la cita más importante de su pontificado. Pues Ratzinger siempre ha calificado de fundamental el papel de la fe en Europa, como cuna y pilar de la "sociedad cristiana". Europa es la piedra de toque de su pontificado (…). El Papa, que quiere conocer París de cerca, hablará de laicismo positivo y cultura. E insistirá en que la religión también debe desempeñar un papel en la esfera pública. En París, Benedicto XVI hablará a toda Europa ante representantes de la UNESCO. Pero este viaje también será para él una oportunidad para escuchar."