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El incierto futuro de los niños de EI

Matthias von Hein
23 de noviembre de 2017

Tras el retroceso de EI, muchos seguidores alemanes se hallan en centros penitenciarios, en parte, con sus hijos. Las condiciones carcelarias son problemáticas. Las autoridades alemanas debaten sobre su futuro.

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Tunesien verschleierte rau mit Kind
Imagen: imago/Le Pictorium

Un vídeo de la ciudad siria de Mosul se hizo viral el pasado julio. Mostraba una ciudad en ruinas y la detención de una chica de 16 años de edad, Linda W. de Pulnitz, Sajonia. Un año antes, esta se había unido al Estado Islámico (EI) y se había casado con el yihadista Obu Osama Al-Shishani. Lo que no se puede apreciar en el vídeo es que Linda, menor de edad, portaba un bebé en sus brazos. Desde entonces está presa en una cárcel militar en Bagdad.

Linda es uno de los estimados 940 alemanes radicalizados y al servicio de EI en sus zonas de combate. El 20% son mujeres, casi 200. Muchas tienen hijos. El gobierno alemán intenta repatriar a esos niños, donde vivirán con sus familias. Sus madres se enfrentarán a un juicio en el país donde están presas.

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Mujeres para los combatientes

En 2014, EI inició una campaña para convencer a jóvenes para que se uniesen a su organización terrorista en Irak y Siria. Susanne Schröter, experta en islam, explica que "el problema fue simple. No tenían mujeres para los combatientes en el extranjero”. Las mujeres se sintieron atraídas por el principio del "yihad romántico", con imágenes de hombres jóvenes atractivos, mujeres tapadas que veneran a sus combatientes y con historias de amor inventadas. La experta asegura que "esto motivó a muchas jóvenes a ir allí: a casarse con un combatiente, a ser ama de casa para él, a tener hijos y así contribuir a apoyar el califato con más generaciones de combatientes”.

Nadja Ramadan es una de esas mujeres que, por el momento, vive en un campamento en el norte de Siria. Tras huir de Rakka fue detenida por los kurdos peshmerga. Hace tres años se casó con un yihadista alemán de Hamburgo. Tuvo dos hijos. En un vídeo pide a Angela Merkel que los repatrie.

En el Kurdistán iraquí, en Erbil, según informan ciertos medios de comunicación, cuatro niños están con sus madres alemanas en prisión. Hasta ahora se sabe que hay seis niños de origen alemán en prisión.

¿Son los niños un riesgo para la seguridad en Alemania?

Seguramente hay muchos más. Schröter estima que "las chicas jóvenes tienen todas hijos. Es uno de los problemas a los que se enfrentará la sociedad alemana. Los hijos de las mujeres que se fueron a Siria e Irak para servir al califato. Esos niños pueden estar radicalizados, lo que puede acarrear problemas”.

El intento de repatriar a los hijos de los seguidores alemanes de EI se está debatiedo, tomando sobre todo en cuenta el aspecto de la seguridad. A mediados de octubre, el presidente de la Oficina de Protección de la Constitución en Alemania, Hans-Georg Maaßen, adevertía que "vemos el peligro de que los hijos de yihadistas, que hayan sido socializados y adoctrinados en el yihadismo, regresen a Alemania desde las zonas de combate”. Sin embargo, dicho riesgo disminuye cuanto más pequeños sean. Según un artículo del diario "Washington Post” de 2016, el entrenamiento de combate comienza a los seis años. En la juventud tienen que estar preparados para cometer atentados suicidas.

Matthias von Hein (RMR/VT)