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Cumbre Vieja de La Palma: un volcán que puede envenenar

Alexander Freund
30 de septiembre de 2021

Los residentes deben permanecer en el interior y sellar las ventanas y puertas. ¿Cuáles son los gases que se producen cuando la lava entra en contacto con el agua salada?

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La lava del Cumbre Vieja en La Palma en el momento en que llega al mar
La lava del Cumbre Vieja en La Palma en el momento en que llega al marImagen: Saul Santos/AP Photo/picture alliance

La llegada de flujos de lava al mar ha agravado aún más la dramática situación de isla canaria de La Palma. Las autoridades han pedido a los habitantes de la costa oeste que permanezcan en sus casas y sellen puertas y ventanas. Además, los residentes deben usar tapabocas con paños húmedos para proteger sus vías respiratorias.

La preocupación es más que justificada, porque cuando la lava, cuya temperatura llega a unos 1.000 grados, entra en contacto con el agua de mar, a unos 20 grados de temperatura por esta época, se produce un enorme choque que puede provocar no solo enormes explosiones. Además, se liberan enormes nubes de vapor, que pueden contener gases tóxicos mezclados con ácido clorhídrico y pequeños cristales volcánicos que pueden ser muy peligrosos para los seres humanos.

Reacción química peligrosa

La columna de humo está formada principalmente por vapor de agua inofensivo, pero no solo eso. El choque entre lava y agua salada produce una reacción química. Cuando las partículas de azufre más pequeñas o el ácido sulfúrico (H2SO3) de la lava se combinan con el cloro natural del agua de mar, es decir, el ácido clorhídrico HCL, se producen gases tóxicos que también se liberan en grandes cantidades.

El ácido clorhídrico, la solución acuosa de cloruro de hidrógeno, es incoloro, corrosivo y tóxico. Los síntomas iniciales a bajas concentraciones incluyen irritación de los ojos o de la garganta.

Sin embargo, si las personas se exponen a este gas tóxico durante un periodo de tiempo más largo o si entran en contacto con una concentración más alta, sufren graves problemas respiratorios que pueden incluso provocar la muerte, porque los gases tóxicos pueden acumularse en los pulmones.

Durante la anterior erupción en La Palma, hace unos 50 años, una persona murió por la inhalación de esos gases, a pocos kilómetros de donde la lava llegó al mar.

Ácido clorhídrico más ácido fluorhídrico

Además del ácido clorhídrico, también se puede producir ácido fluorhídrico, que también puede penetrar en los tejidos con mucha facilidad y es muy corrosivo. A baja concentración, también puede causar irritación de la garganta, los bronquios y los pulmones.

El ácido fluorhídrico, incoloro, de olor penetrante y altamente tóxico en concentraciones elevadas, también puede dañar el sistema nervioso, bloquear el metabolismo del calcio y el magnesio e inhibir importantes enzimas. Esto puede causar el síndrome de disfunción multiorgánica (SDMO) y, por tanto, a la muerte.

Cristales en la ceniza volcánica

Además de estos gases invisibles, a veces inodoros, también existe el peligro que suponen los microscópicos cristales de la lava. Esto se debe a que la ceniza volcánica contiene partículas minerales que pueden penetrar profundamente en los pulmones. Además, cuando la lava candente se encuentra con el agua de mar fría, pueden formarse cristales diminutos que flotan en el aire. Si son inhalados por las personas, pueden dejar graves daños en los pulmones.

Geólogos de la Universidad de Santiago de Chile lograron detectar en la ceniza volcánica partículas fibrosas del mineral cristobalita que tienen un tamaño inferior a cuatro micrómetros y que, por tanto, pueden entrar en los pulmones sin filtros. Cualquier persona que inhale este tipo de fibras durante un periodo de tiempo prolongado puede desarrollar una neumoconiosis o contraer posteriormente un cáncer de pulmón. El Seguro Social de Accidentes de Alemania clasifica la cristobalita fibrosa como un peligro similar al del amianto o asbesto.

Por lo tanto, la dirección y la fuerza del viento en los próximos días tendrán una importancia fundamental. Normalmente, en estas semanas de otoño, el viento se aleja del volcán hacia el mar. Esas condiciones conducirían la nube altamente tóxica hacia el mar y los habitantes de la isla correrían menos peligro. Sin embargo, por estos día, el viento sopla desde el sur, según las autoridades de las Islas Canarias.

Delta de lava inestable

Todavía no está claro cómo se desarrollará la zona donde la lava choca con el agua de mar. Los vulcanólogos llaman a este lugar el "delta de lava". 

Estos deltas de lava suelen ser relativamente inestables. Por ejemplo, si grandes olas chocan contra la lava y el delta está recién formado, éste puede colapsar. Entonces, enormes cantidades de lava entrarán en contacto con el agua del mar en muy poco tiempo. Esto podría desencadenar explosiones freáticas muy fuertes, es decir, explosiones de cavidades llenas de agua, el colapso de los acantilados más antiguos de los alrededores y también la formación de una enorme nube de vapor con gases tóxicos.

(jov/er)