La Universidad de Duisburgo-Essen: un nombre, dos sedes
8 de diciembre de 2010
Con la fundación en 1972 de la Escuela Superior Unificada de Duisburgo no sólo se inauguraba un centro de estudios; se enviaba también una importante señal política: el gobierno del estado federado de Renania del Norte-Westfalia se estaba esmerando en darle acceso a la enseñanza superior a los hijos de las familias obreras de Duisburgo y sus alrededores. La universidad se ha mantenido fiel a ese principio hasta ahora: dos tercios de los estudiantes matriculados para el primer semestre del período 2008/2009 proceden de la región.
Otras cosas han cambiado mucho desde la década de los setenta. La Escuela Superior Unificada de Duisburgo, que a finales del siglo XX apenas tenía peso dentro del panorama educativo germano, se ha convertido en una universidad con 30.000 estudiantes y dos sedes, producto de la fusión de los centros de enseñanza superior de Duisburgo y Essen en 2003.
Según Beate Kostka, vocera de la institución, los alumnos apenas se percatan de la unión de estas escuelas. Los jóvenes estudian en uno u otro campus porque cada centro ha concentrado sus programas académicos en ramas del saber distintas. Los futuros ingenieros se forman en Duisburgo; los maestros del mañana, en Essen. Los estudios culturales son una excepción, sus lecciones se imparten en ambas sedes: los aspectos empresariales en Duisburgo y los tópicos relacionados con las ciencias sociales en Essen.
Más de 3.800 estudiantes extranjeros
Las lecciones de las carreras más solicitadas por los estudiantes extranjeros –como los Estudios Internacionales de Ingeniería ofrecidos en Duisburgo, por ejemplo– son impartidas en dos idiomas. Mil alumnos de 80 países comparten las aulas estudiando en alemán e inglés. “Mejorar mi alemán y al mismo tiempo practicar el inglés representa todo un desafío”, admite una joven sierraleonesa que estudia en Duisburgo para convertirse en técnico en electrónica. Su compañero malayo John Ng está más que impresionado por la pasión y el grado de compromiso con que enseñan los docentes de Duisburgo.
Para que a alumnos de otras latitudes se les haga más fácil adaptarse a la vida en Duisburgo, el Centro de Apoyo a Estudiantes Internacionales de Ingeniería (SCIES, en inglés) les abre las puertas de su sede en la calle Bismarck todos los días. Allí son respondidas la mayoría de sus preguntas, desde cómo sacar mejor provecho a los planes de estudio hasta cómo gestionar el permiso de residencia, pasando por datos para conseguir alojamiento o gestionar el seguro médico.
Beate Kostka comenta que quienes se quedan en Duisburgo hasta el final de la carrera tienen la posibilidad de cooperar con las empresas del acero y la logística en las cercanías de la ciudad. La relación del sector metalúrgico de la zona con la universidad es estrecha, sobre todo con sus facultades de ingeniería y ciencias económicas. Tras concentrarse en el desarrollo de estas dos disciplinas, la Universidad de Duisburgo-Essen busca ahora poner énfasis en otras como la nanotecnología, la medicina genética, los sistemas urbanos del futuro y la investigación educativa empírica.
La Alianza Universitaria Metropolitana del Ruhr
La Universidad de Duisburgo-Essen trabaja codo a codo no solamente con la industria, sino también con las otras casas de estudio superior de la región. En 2007 se unió a las escuelas de Bochum y Dortmund para fundar la Alianza Universitaria Metropolitana del Ruhr (UAMR, en alemán) y estimular a sus 89.000 estudiantes y 1.250 profesores a aprender e investigar juntos. Los alumnos matriculados en Duisburgo tienen la posibilidad de enriquecer sus estudios recaudando créditos académicos en Essen, Bochum y Dortmund sin salir de su propio campus; después de todo, estos centros de enseñanza están unidos vía Internet a través de un eficiente sistema de estudio.
Autor: Svenja Üing
Editor: Rosa Macías