1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Dos militares de EEUU mueren a disparos de un soldado afgano

10 de junio de 2017

El grupo Talibán reivindicó la acción, la cual atribuyó a una infiltración al ejercito afgano. El incidente ocurrió en la provincia donde EE.UU. lanzó el proyectil conocido como "la madre de todas las bombas".

https://p.dw.com/p/2eSkm
Afghanistan US Soldaten in der Provinz Nangarhar
Soldados estadounidenses operando en la provincia de Nangarhar, AfganistánImagen: Imago

Un soldado afgano disparó contra soldados estadounidenses este sábado (10.06.2017) en una acción insurgente en la provincia de Nangarhar, este de Afganistán, informaron fuentes oficiales.

Dos de los estadounidenses murieron y dos resultaron heridos, mientras que el afgano fue abatido por militares de EE.UU. tras el ataque, según indicó el Gobierno de la provincia.

La milicia islamista talibán aseguró que el autor del tiroteo se había infiltrado en el Ejército afgano y que había matado a cuatro soldados estadounidenses. "Hoy por la tarde, a las 13:00 horas en el distrito de Achin, un infiltrado muyahidín atacó a soldados estadounidenses, matando a cuatro", indicó un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, a través de su cuenta en la red social Twitter.

Damien E. Horvath, miembro del servicio de comunicación de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de EE.UU. en Afganistán, indicó que se encuentran al tanto de "un incidente en el este de Afganistán", aunque no ofreció más detalles.

El distrito de Achin, en Nangarhar, es considerado como uno de los bastiones del Estado Islámico (EI) en Afganistán y fue

Desde principios de 2016, unidades estadounidenses y afganas luchan en Nangarhar conjuntamente contra extremistas islamistas, sobre todo contra combatientes de la milicia terrorista Estado Islámico (EI).

El último ataque perpetrado contra fuerzas de seguridad en Afganistán por medio de la infiltración tuvo lugar en marzo, cuando nueve policías murieron en un puesto de control de la provincia de Kunduz (norte) después de que un infiltrado facilitara a los insurgentes la entrada a las instalaciones.

De acuerdo con datos de Estados Unidos, entre enero y noviembre de 2016 se registraron 56 ataques de miembros de los cuerpos de seguridad contra sus compañeros, con un resultado de 151 muertos y 79 heridos.

La violencia en Afganistán se ha intensificado durante los últimos dos años, tras el final de la misión de combate de la OTAN, que continúa en el país en misión de asistencia y capacitación de las tropas afganas con 13.000 soldados, de los que EE.UU. tiene previsto mantener a 8.400 militares este año.

JCG (EFE, dpa)