Diseño con tecnología espacial

Los hinchas que hayan superado la barrera de los 30 años, quizá recuerden aún las camisetas que se usaban antes de que el marketing hiciera su entrada a las canchas de fútbol. Eran los tiempos en que la función principal de estas prendas, aparte de cubrir los atléticos torsos de los futbolistas, consistía básicamente en diferenciar a los integrantes de un equipo de sus rivales. No eran tan cómodas como las de ahora, ni pretendían marcar hitos en la moda. El material era tan tosco que la piel se irritaba.

Caricias de seda

Hoy en día, en los tiempos de la ropa ligera, que permite "respirar" al cuerpo, las experiencias de los jugadores con sus camisetas se reducen a sentir el contacto con fibras sintéticas suaves como la seda, capaces de controlar la temperatura. El fútbol moderno exige más de los jugadores y también de su equipamiento.

Los futbolistas demandan actualmente una indumentaria que les permita concentrarse en lo suyo: el juego. Todas las selecciones que tomarán parte en la Eurocopa 2004 llevarán camisetas que están a años luz de los ásperos uniformes de antaño, ya sea que los vista Adidas, Puma, Umbro, Puma o Kappa. Con inventos como los sistemas de regulación de la humedad -la técnica Play Dry- se pretende mantener a los jugadores frescos y secos. Y el lujo se abre paso; casi da pena que los jugadores tengan que ensuciar sus magníficas prendas.

El know how de la NASA

La ciencia ha hecho su aporte clave a la indumentaria del fútbol. Por ejemplo, el equipo inglés ha contratado a expertos de la NASA para poder batírselas con el calor de Portugal durante la Eurocopa 2004. La nueva camiseta está fabricada, en un 99%, de una tela plateada llamada "X-Static", que promete abrigar a los jugadores cuando las temperaturas sean bajas y refrescarlos cuando sean altas. Los fabricantes sostienen que la transferencia de calor y los sistemas reguladores de la humedad son nuevos en el mercado.

Está por verse si gracias a ellos se jugarán mejores partidos. No obstante, es evidente que las camisetas no sólo han de ser usadas por los futbolistas. Desde ya las lucirán miles de hinchas en los estadios portugueses. Las camisetas de fútbol se han convertido en un gigantesco negocio; y en moda.

Moda fuera de la cancha

El ascenso de esta indumentaria deportiva a la categoría de prenda de moda se hizo manifiesto, a más tardar, en 1994, cuando Giorgio Armani diseñó los uniformes del equipo nacional de Italia. El estilo era típicamente italiano y las camisetas se volvieron tan populares fuera de la cancha como dentro de ella. A mediados de los 90, la tendencia se volvió prácticamente irrefrenable. Los hinchas ya no portan los colores de su equipo sólo en los días en que hay partido; la hacen comúnmente, ya sea porque intenta demostrar fidelidad o, simplemente, por gusto. Además, el fútbol ha dejado de ser hace tiempo un asunto exclusivamente masculino. También las mujeres se entusiasman con este deporte y compran cada vez más camisetas. Consecuencia: ahora se fabrican también copias confeccionadas especialmente para ellas.

La Eurocopa es, desde luego, una temporada especialmente lucrativa para los fabricantes de artículos deportivos. En el caso de la empresa alemana Adidas, que equipa a las selecciones de Alemania, Francia, Letonia, Grecia y España, la venta de camisetas representa un 15% del volumen total de negocios. Así lo indicó a DW-World Anne Putz, de Adidas-Salomon, quien se mostró optimista en cuanto a las ventas y a los resultados deportivos de "sus equipos". A fin de cuentas, en todos los campeonatos europeos de fútbol, con una sola excepción, han ganado selecciones que lucían esa marca.