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Frenar el desierto

Jürgen Schneider17 de diciembre de 2013

En Namaqualand, los indígenas nama aprenden cómo se practica la agricultura sostenible. La sobreexplotación de terrenos y la amenazada biodiversidad hacen que el tiempo apremie: ¿se convertirá Namaqualand en un desierto?

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Imagen: DW/Jürgen Schneider

Frenar el desierto | versión corta

Objetivo del proyecto: Frenar la desaparición de la vegetación autóctona de la región.

Tipo de proyecto:Reglamentación del uso de agua y terrenos de pastoreo, técnicas para combatir incendios forestales.

Tamaño de proyecto:21.000 hectáreas de superficie en Namaqualand.

Volumen de proyecto:La Iniciativa Internacional de Protección de Medioambiente financia este proyecto, junto con otros dos en Brasil y Filipinas, con un total de cerca de 4 millones de euros.

Cada vez llueve menos en Namaqualand, mientras que al mismo tiempo aumenta el número de personas y de ganado. La situación en la región de los indígenas nama es una catástrofe para la naturaleza, así como para los propios nama. La escasa vegetación de esta zona árida crece cada vez menos, y sin embargo debe alimentar cada vez a más animales de granja. Por eso, la biodiversidad se está reduciendo dramáticamente, y los terrenos cada vez son menos fértiles. Namaqualand está pasando de ser un semidesierto a ser un desierto real.

La organización “Conservation International” quiere detener este proceso con la participación de los nama. Esta es una de las tribus indígenas más antiguas del sur de África. Llevan explotando las minas del país desde hace mucho tiempo, pero puesto que cada vez más de ellas se han ido cerrando, muchos nama han pasado a ser agricultores, intentando sobrevivir como granjeros sin saber exactamente cómo hacerlo.

Los trabajadores de Conservation International les enseñan ahora cómo practicar una agricultura sostenible. Con una distribución de terrenos de pastoreo y gestión de aguas adecuada, el objetivo es asegurar la existencia de los nama y la diversidad de su naturaleza. Por ejemplo, los nuevos agricultores aprenden cómo mantener lejos a depredadores como leopardos, chacales o servales sin necesidad de hacerles daño. Perros pastores se encargan ahora de proteger los rebaños de ovejas y cabras.

Aún así, el tiempo apremia. ¿Se convertirá Namaqualand en un desierto?

Un reportaje de Jürgen Schneider