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Debate sobre transgénicos llega al Parlamento alemán

23 de abril de 2009

La reciente prohibición del maíz Mon 810 de Monsanto en Alemania desató un debate sobre técnicas transgénicas. En la coalición de Gobierno los partidos cristiano y socialdemócrata CDU y CSU no se ponen aún de acuerdo.

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Las papas o patatas, proventientes de los Andes, deleitan a millones y millones.Imagen: BilderBox

¿Qué hacer con los cultivos transgénicos de ensayo al aire libre?Nadie en Berlín parece tener la respuesta, hasta ahora. Entretanto, temiendo que la decisión alemana sirva como ejemplo mundial, el consorcio Monsanto ha presentado una demanda contra el Estado germano.

Intencionalmente o no, la ministra federal de Agricultura, Ilse Aigner, ha revivido el debate sobre los transgénicos y le ha inyectado fuerza a los detractores de dicha tecnología en Alemania.

Victoria de los “antitransgénicos”

Renate Künast, una de las líderes del partido Los Verdes y ex ministra de Agricultura, aprovechó la sesión especial de este jueves 23 de abril en el Bundestag para anunciar que la prohibición de Mon 810 era “la victoria del movimiento antitransgénico en Alemania”.

La mayoría de los alemanes temen los riesgos que puedan provenir de plantas manipuladas genéticamente. Según una encuesta, cerca de un 80% de la población rechaza el consumo de vegetales que hayan sido tratados con bacterias, hongos o genes para, presuntamente, aumentar su rendimiento o para hacerlas resistentes a las plagas que las acosan.

En los últimos años, en Alemania han sido destruidos unos 100 campos de ensayo de plantas transgénicas por grupos “antitransgenicos”.

Equilibrio entre riesgos y beneficios

Por su parte, Ilse Aigner, la ministra alemana de Agricultura, rechazó enérgicamente que la prohibición de Mon 810, ordenada por ella, fuera una negativa de principio a la tecnología genética. “Mi prohibición no es un veto a las tecnologías modernas. No es un NO ni a las ciencias que investigan la vida NI a la tecnología genética, en especial. Cuando se trata de tecnologías nuevas hay que estudiar, equilibradamente, los riesgos y los beneficios”, dijo la política del partido bávaro CSU.

La sorpresiva prohibición de Alemania del único maíz patentado por Monsanto aprobado por la Unión Europea, se le adjudica al líder socialcristiano, Horst Seehofer, quien precedió a la actual ministra en su cartera de agricultura y defensa de los consumidores.

Los cultivadores bávaros temen que sus cultivos tradicionales sean “infectados” por matas transgénicas. Los campos de ensayo empero, están ubicados, por esta misma razón, en el norte y Este del país.

La papa transgénica de BASF

El ministerio en cuestión va a emitir otra decisión importante en los próximos días. BASF, la multinacional química alemana, ha solicitado una licencia para iniciar ensayos al aire libre de su nueva clase de papa: “amflora”, la papa transgénica de BASF. Los estudios se desarrollarían en el Estado federado de Mecklenburgo-Antepomerania. Amflora produce un almidón especial utilizado en la industria

¿Tiene Europa que prescindir del uso de tecnologías genéticas innovadoras?, pregunta, por su parte, la ministra de Investigaciones y Educación, Anette Schavan, del partido cristianodemócrata de la canciller alemana, diplomada en ciencias exactas.

Finalmente, Axel Fischer, parlamentario del CDU, advirtió que no se puede pasar por alto que países como China y la India implementan masivamente tecnología transgénica.”

Autor: Bernd Gräßler / jov

Editor: Enrique López