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¿Cuán seguros son los bancos?

Andreas Becker / JAG23 de enero de 2014

Muchos bancos internacionales están presentes en el Foro Económico Mundial. Aun así, en Davos se debate si los mercados financieros son realmente más seguros.

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Symbolbild Staatsschulden Staatsverschuldung Schulden Geldhaufen Euro
Imagen: Fotolia

La opinión de que los bancos y los mercados financieros vuelven a ser seguros cinco años después de la crisis está muy extendida entre los participantes del Foro Económico Mundial. Así opina Douglas Flint, director de HSBC, uno de los mayores bancos del mundo, que podría dar una lista de detalles que lo demuestran: más capital, más liquidez, regulaciones más estrictas, pruebas de estrés más frecuentes…

Según prescripciones del consejo supervisor del Financial Stability Board, los bancos tendrían que tener preparado hasta su propio testamento. Directrices de más de 10.000 paginas detallan exactamente qué hacer en caso de emergencia, aclara Flint: “En caso de una caída, aparte de la energía nuclear no hay otro sector que tenga que plantear planes tan precisos”.

Davos Weltwirtschaftsforum Douglas Flint HSBC Bank
Douglas Flint, del banco HSBCImagen: WEF

Catástrofes naturales y otras comparaciones

Anat Admati, profesora de Economía Financiera de la universidad de Stanford, considera poco acertadas esas palabras. Flint y otros banqueros quieren que la crisis financiera sea considerada como una catástrofe natural. “Esa comparación no es adecuada“, dice la experta: “Las crisis financieras son provocadas por personas y hay muchos responsables“.

Admati compara la crisis con una serie de accidentes y explosiones graves, como las causadas por camiones pesados circulando en un día de niebla por un complejo de viviendas. La única reacción ha sido reducir el límite de velocidad. Aparte de eso, no ha cambiado nada.

Seguridad y rendimiento

Antony Jenkins, director del banco británico Barclays, lo ve de forma diferente. Para él, “el sistema es hoy más seguro que en 2008. Pero aún tiene que ser más seguro”. Jenkins hacer referencia luego a un argumento frecuentemente usado por los bancos: cuantos más fondos de seguridad, menos créditos con los consiguientes efectos negativos en la economía.

Antony Jenkins Barclays
Antony Jenkins,del Barclays Bank.Imagen: picture-alliance/dpa

Un argumento que Paul Volcker, exdirector de la Reserva Federal de Estados Unidos calificó en su día de “pamplinas”, contradice Anat Admati. Pero una estrategia que para los bancos ha sido efectiva ante la política. Por ejemplo, con la ampliación del límite de deuda máximo de los bancos europeos aprobada en enero, para que pudiesen competir con sus colegas estadounidenses.

¿Poco capital?

Para Admati, el principal problema es el poco capital propio con el que cuentan los bancos. “Si no llega al 10 por ciento, no significa nada bueno”, opina: “ningún otro sector de la economía tiene acceso a dinero barato como los bancos. Pero los riesgos no sólo recaen en ellos, sino en todos nosotros”.

Con tan poco margen de capital propio, las oscilaciones más leves bastarían para llevar a los bancos a la suspensión de pagos. Así lo demostró la crisis financiera. Sin embargo, son los contribuyentes los que acarrearán la carga. Por eso, aunque suene poco probable, Admati defiende directrices similares a las del sector inmobiliario, donde se exige un capital propio de entre el 20 y el 30 por ciento.

Contribuyentes, ahorradores y pensionistas.

Admati no cree que sus teorías muestren un “odio” a los bancos. Al contrario. Cuanto más capital, más sanos estarán los bancos. Sin embargo, esa salud correría al final a costa de los propietarios, es decir, los accionistas, que recibirían menores dividendos, precisa el director de HSBC. Además, no sólo perjudicaría a grandes inversores, sino también a los que hayan invertido en rentas y fondos de pensiones.

“Decir que los contribuyentes no deben responder por las pérdidas de los bancos es una frase muy atractiva”, dice Flint, “pero hay que terminar la frase: los contribuyentes no responderán porque se les retirará capital de sus ahorros y sus pensiones”. Un argumento que no convence a Admati que, para no citar siempre a Paul Volcker, publicó su propio libro titulado: “El nuevo traje del banquero”.